El Gobierno argentino admite un «error involuntario» al informar sobre el estado de embriaguez de Nisman

Europa Press BUENOS AIRES

INTERNACIONAL

La agencia interpretó que los 1,73 gramos de alcohol correspondían a la cantidad en sangre, que significa una «embriaguez elevada», cuando en realidad eran en el estómago, que equivale al consumo de una copa

05 mar 2015 . Actualizado a las 20:05 h.

El Gobierno argentino ha admitido este jueves que cometió un «error involuntario» al informar, a través de fuentes judiciales, que el fiscal del caso AMIA, Alberto Nisman, tenía un nivel de alcohol en sangre equiparable a un estado de «embriaguez elevado».

«En el día de ayer Infojus Noticias cometió el error de publicar información no proveniente de comunicados oficiales sobre la causa que investiga la muerte del fiscal Alberto Nisman», ha dicho la agencia de noticias en un comunicado.

Infojus, que depende directamente del Ministerio de Justicia, que la utiliza como canal oficial de comunicación, ha considerado que «debió aguardar la confirmación para brindar la información a sus lectores».

«Deseamos manifestar nuestro pesar por el error involuntario y pedir las correspondientes disculpas a los seres cercanos al fiscal Alberto Nisman», ha dicho, subrayando que ha intentado seguir con rigor este caso.

Controversia

Infojus informó el miércoles, citando el informe toxicológico realizado por el Cuerpo Médico Forense, que Nisman tenía 1,73 gramos de alcohol por litro de sangre que podría corresponder al contenido de la botella de vodka «abierta y a medio consumir» que estaba en la vivienda del fiscal del caso AMIA.

El criminólogo Raúl Torres explicó en declaraciones al diario Página 12, pero recogidas por Infojus, que este nivel de alcohol en sangre se traduce en «un estado de confusión e irritabilidad» pero no de pérdida de conciencia. «No impide hacer nada», dijo.

Sin embargo, fuentes judiciales citadas por otros medios de comunicación han aclarado este jueves que, efectivamente, Nisman tenía 1,73 gramos de alcohol, pero no en sangre, sino en el estómago, lo que equivale al consumo de una copa.