«Alemania ha conseguido controlar el destino de todos los europeos»

Cristina Porteiro
Cristina Porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Andrés Mourenza

Crítico con la prórroga firmada por Tsipras, se opone a un tercer rescate

05 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Manolis Glezos es la cara visible de Syriza en la Eurocámara y un héroe de carne y hueso en Grecia. A pesar de sus 92 años, conserva el mismo ímpetu de su juventud, aquella fuerza con la que arrancó la bandera nazi del Partenón el 30 de mayo de 1941. Hoy su lucha es recuperar la dignidad que perdió su país a manos de la troika, a la que acusa de «humillar» al pueblo griego. Su discrepancia con el acuerdo firmado por Tsipras para prorrogar el rescate conmovió los cimientos de su partido. Afirma que un tercer rescate se opone a lo prometido al electorado.

Pido al pueblo griego que me perdone por contribuir a esta ilusión». ¿Cree que Syriza ha traicionado a Grecia?

-Esas declaraciones fueron de las más duras que he hecho nunca. Lo que quería remarcar era que Grecia ya ha cumplido con todos los compromisos que estaba dispuesta a hacer y que, en mi opinión, nada más allá de eso debería ser considerado una línea roja. Siempre que he necesitado expresar mi desacuerdo con alguna decisión lo he hecho. Pero sigo compartiendo los mismos valores éticos y políticos con el partido. Estamos conectados por fuertes lazos forjados en la lucha y el sacrificio. Ningún desacuerdo puntual los podrá romper.

-Devolver a Grecia su dignidad. Esa fue la gran promesa electoral de Syriza. ¿Están tomando el camino correcto?

-Hemos dado los primeros pasos para recuperar la dignidad perdida. El porcentaje de apoyo al Gobierno durante las negociaciones duplicó el porcentaje del apoyo electoral a Syriza. Pero hay dificultades más urgentes, como la crisis humanitaria.

-Juncker reconoció que la troika fracasó y atentó contra la dignidad de Grecia. ¿Es suficiente?

-Juncker acierta, pero la cuestión es cuán honesto es. ¡Cualquiera puede percibir ahora que el objetivo de las medidas de la troika era humillar a los pueblos sometidos al memorando!

-Más de medio siglo después de la Segunda Guerra Mundial, vuelve a cruzarse en la Eurocámara con la extrema derecha y los nazis que le condenaron a muerte. ¿Alguien debe asumir responsabilidades?

-Sería un error poner una cara a quien quiera que fuese responsable. Hay muchos factores. El más importante es la miseria a la que se ha abocado violentamente a una gran parte de la población. Europa también tiene que asumir sus propias responsabilidades.

-¿Cree que el pulso continuo entre el norte y el sur, entre Alemania y Grecia, puede distraer la atención de la raíz real de la crisis?

-No hay controversia entre el norte y el sur sino entre los países ricos y los países pobres de Europa. A largo plazo nadie puede ganar. Debe haber solidaridad y entendimiento mutuo entre los países de la UE.

-¿Quién cree que se puede beneficiar de esta confrontación?

-Alemania, con la tolerancia de otros países europeos y con el apoyo de sus poderes financieros, ha conseguido controlar el destino de todos los europeos. Esto tiene que pararse. No queremos una Europa alemana, francesa o inglesa. Lo que queremos es una Europa de los ciudadanos.

-¿No echa en falta en Grecia cierta autocrítica por los casos de corrupción, fraude y evasión fiscal que se produjeron durante las últimas décadas?

-No es Grecia la que debe hacer autocrítica, sino los partidos que estuvieron en el poder durante ese tiempo. Además, muchos países europeos no son totalmente irreprochables. Particularmente Alemania.

-¿A qué se refiere?

-A las empresas alemanas que han sobornado ministros y funcionarios del Estado en Grecia. Tenemos actualmente a un ex ministro de Defensa en la cárcel, sentenciado a varios años de prisión por corrupción. A pesar de las tres órdenes europeas de arresto emitidas contra el alto cargo de Siemens que lo sobornó, Michael Christoforakos, Alemania ha denegado su extradición a Grecia.

-Su lucha contra el nazismo empezó cuando aún era menor de edad. Hoy es un símbolo para los jóvenes griegos. ¿Qué mensaje traslada a los que no confían en el futuro de Europa?

-Les pido que sigan luchando, que se involucren. La abstención perpetúa los males políticos del pasado y los convierte en presente. Solo ellos pueden, si quieren y se atreven, dar una vuelta de hoja no solo a Grecia sino a toda Europa.

manolis glezos eurodiputado de syriza y símbolo de la lucha contra el nazismo

«Una victoria griega tendría impacto en España»

Glezos no quiere quedarse al margen de la polémica surgida por las presiones que recibió Grecia en el Eurogrupo por parte de España y Portugal. En su opinión, los dos gobiernos temen que cualquier concesión a Atenas genere «un impacto enorme en sus países».

-Tsipras se enfrentó con el Gobierno español a costa del tercer rescate a Grecia y el ministro de Guindos adelantó unas cifras sobre el tercer rescate. ¿Están abocados a otro memorando con la antigua troika?

-Los intentos de superar y dejar atrás los acuerdos con la troika ya han empezado y creo que veremos los primeros resultados pronto. En cuanto al tercer rescate, esto estaría en una dirección totalmente opuesta a la que tomamos antes y después de las elecciones. No sé nada en relación a lo que dijo el ministro de Guindos y solo puedo suponer que las estimaciones que lanzó en su momento tan solo expresan el deseo de su Gobierno.

-¿Qué deseo?

-Bueno, es obvio que los gobiernos de España y de Portugal, cuyas gentes también están sufriendo bajo el peso de los memorandos, se están viendo forzados. Saben muy bien que cualquier victoria importante del Gobierno griego tendrá un impacto enorme en ambos países e influirá en los resultados electorales.

-¿Cree que bajo esa presión Podemos alcanzará en España el mismo éxito que consiguió su formación en Grecia?

-Quiero creer que es posible. Lo deseo con todo mi corazón. Uno de los objetivos de nuestro partido es la creación de tantas alianzas como sean posibles dentro de la UE. Una victoria de Podemos podría contribuir significativamente a nuestro proyecto.