Maduro pone en alerta al Ejército

pedro garcía otero CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

STRINGER / VENEZUELA | REUTERS

Denuncia que paramilitares colombianos se infiltran entre los manifestantes

26 feb 2015 . Actualizado a las 07:31 h.

Nicolás Maduro cesó en el tono conciliador que había adoptado por la mañana, cuando durante un acto con obreros en el estado Bolívar dijo que las manifestaciones habían sido «penetradas por paramilitares vestidos de civil venidos de Colombia» para provocar actos violentos y anunció que puso a las fuerzas policiales y militares en «máxima alerta». El presidente venezolano solicitó a los reunidos que «salgan con las Fuerzas Armadas a defender la revolución, si la derecha trata de llegar al poder por la vía de la violencia», y amenazó con «no permitir que la oposición se presente a las elecciones si se involucra en promover la violencia». Convocó para hoy en Caracas una manifestación «en rechazo a la injerencia del Gobierno de Estados Unidos».

Con protestas en toda Venezuela, los estudiantes universitarios rechazaron el asesinato, el martes de un joven de 14 años en medio de una manifestación en San Cristóbal (a 800 kilómetros de la capital), mientras el Gobierno intentaba convertir la muerte de Kluiverth Roa en un hecho aislado la imputar al policía que disparó por homicidio agravado.

Aun así, estudiantes de esta ciudad, así como de otras capitales, fustigaron la versión oficial que dio Maduro el martes de noche en televisión, que afirmó que los policías fueron agredidos por un grupo de jóvenes y se defendieron disparando perdigones de plástico. Defienden que Roa, que tenía formación de scout, atendía a una joven herida cuando fue golpeado por un agentes de la Policía Nacional Bolivariana, entre quienes se encontraba el oficial Javier Mora, de 23 años. Cuando Roa, vestido con su uniforme de liceísta, les exigió que «dejaran de reprimir», Mora le apuntó a la cabeza y le disparó a corta distancia, dijeron los testigos.

El informe de la autopsia desmiente la versión oficial, según periodistas de Táchira, pues certifica que Roa murió por «lesión craneoencefálica severa producida por arma de fuego». El padre de Kluiverth, Erick Roa, apostilló: «No fue un perdigón de plástico, fue una bala de plomo. [?] Le pido a Maduro que cese el fuego contra los manifestantes».

Hasler Iglesias, presidente de la Federación de Centros Estudiantiles (FCU) de la Universidad Central de Venezuela (el cargo estudiantil más importante) se desplazó con un grupo de universitarios a la sede del Ministerio del Interior y Justicia, frente a cuyas puertas sostuvieron una protesta. «No nos callarán, no nos amedrentarán y no nos quitarán el derecho a protestar», dijo el dirigente estudiantil. El padre de Roa culpó de la muerte de su hijo al reciente decreto del Ministerio de Defensa que autoriza a los agentes a usar armas letales en manifestaciones. «Han creado una policía para matar gente. Le pido al presidente que anule la resolución y se ponga la mano en el pecho». En el mismo sentido se manifestó un grupo de profesores de derecho, que pidieron derogar la resolución.

Reacciones en Europa

El Parlamento Europeo modificó ayer su agenda, a propuesta del eurodiputado popular español Luis De Grandes, para debatir en sesión plenaria sobre Venezuela. La mayoría de los grupos, salvo Izquierda Unitaria Europea, al que pertenecen Izquierda Unida y Podemos, demandaron la liberación del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma. De Grandes, entre otros, mostró su preocupación por la posibilidad de que Maduro suspenda las elecciones legislativas previstas para finales del 2015.

El secretario de Estado de EE UU, John Kerry, condenó el crimen cometido en un país que «sigue marchando en la dirección equivocada» y rechazó las «falsas acusaciones» del supuesto apoyo de Washington a un intento de derrocar aMaduro.