Unas 30.000 personas homenajean a las víctimas de los tiroteos de Copenhague

La Voz AGENCIAS / LA VOZ

INTERNACIONAL

HANNIBAL HANSCHKE | Reuters

El caricaturista sueco Lars Vilks, testigo del primero de los ataques, se ha refugiado «en un lugar secreto» 

16 feb 2015 . Actualizado a las 21:22 h.

Unas 30.000 personas acudieron por la tarde a una manifestación en Copenhague para homenajear a las dos víctimas asesinadas en sendos ataques en la capital danesa el pasado fin de semana, según cálculos de la policía. «Había en torno a 30.000 personas, tantas como esperábamos», declaró un portavoz de la policía. El evento tuvo lugar cerca de donde se produjo el primero de los ataques.

La marcha, una vigilia con velas, contó con la presencia de la primera ministra danesa Helle Thorning-Schmidt. También asistieron el príncipe heredero Federico de Dinamarca, el primer ministro sueco, Stefan Löfven, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, y el redactor del semanario satírico francés Charlie Hebdo Patrick Pelloux. La manifestación llega horas después de que la justicia danesa decretase prisión preventiva de diez días para dos sospechosos de ayudar al presunto autor de los atentados del fin de semana pasado en Copenhague. Los jóvenes, de 19 y 21 años, han sido imputados por colaboración en asesinato, intento de asesinato y violencia grave y por posesión ilegal de armas, aunque la Fiscalía no ha presentado cargos por terrorismo al considerar que aún no hay pruebas suficientes.

Mientras tanto, el caricaturista sueco Lars Vilks, testigo del primero de los tiroteos del sábado, se ha refugiado «en un lugar secreto» hasta que se aclaren las circunstancias del incidente, según ha dicho él mismo este lunes al Channel 4 británico. Vilsk, amenazado de muerte por publicar caricaturas de un perro con la cabeza de Mahoma, participaba en una cafetería en un acto sobre libertad de expresión cuando entró el atacante, identificado por los medios como Omar Abdel Hamid el Hussein.

Vilks salió ileso del ataque, pero ha decidido refugiarse «en un lugar secreto, totalmente desconocido», para evitar riesgos. Vilsk ha explicado que permanecerá recluido hasta tener «una imagen más clara» de lo que ocurrió, algo que confía en que suceda «en unos días o una semana». El caricaturista ha explicado que el tiroteo le cogió «por sorpresa» y, en este sentido, ha descrito la escena como algo «irreal» a lo que le costó reaccionar en un principio. «Tardas un tiempo en entender que te están atacando. ¿Está ocurriendo? ¿Es real? Es una situación muy extraña», ha relatado. Vilsk ha dicho sentirse como «una especie de símbolo» tras haber sido señalado como potencial «objetivo» del ataque del sábado, pero no renunciará a seguir dibujando a Mahoma. El dibujante ha afirmado que forma parte de su «seña de identidad».