Syriza, la coalición de izquierdas que nació de un parto comunista

mariluz ferreiro ATENAS / ENVIADA ESPECIAL

INTERNACIONAL

La dureza de los ajustes impulsó a Syriza.
La dureza de los ajustes impulsó a Syriza. Y. BEHRAKIS < / span>reuters< / span>

Se ha comparado con Podemos por su irrupción frente al bipartidismo. Pero por su nacimiento y composición, se parece más a Izquierda Unida. Podemos se fundó en plena crisis y la formación griega ya había comenzado su andadura antes

27 ene 2015 . Actualizado a las 04:46 h.

Coalición de Izquierda Radical. Son las palabras que se concentran en el acrónimo estrella en los cenáculos de toda Europa: Syriza. En ese bloque de fuerzas el sustrato principal es Synapismos. Se ha comparado hasta la extenuación con Podemos por su irrupción frente al bipartidismo. Pero por su nacimiento y composición, Syriza se parece más a Izquierda Unida. Podemos se fundó en plena crisis y la formación griega ya había comenzado su andadura antes. En Synapismos convivieron durante años comunistas afines a Moscú y comunistas europeístas. Pero en el arranque de los años noventa, con la descomposición del bloque soviético, la alianza se disolvió. Se marcharon los más ortodoxos para defender las siglas EKK. Algunos de ellos, entre los que se encuentra Alexis Tsipras, prefirieron quedarse en Synapismos junto a los moderados. Este grupo fue acogiendo diferentes movimientos reivindicativos y se convirtió en un mosaico de izquierdas. En el 2004 acudió a las elecciones coaligado con otras formaciones. Nace Syriza. El bloque fue engordando con el descontento ciudadano. La chispa prendió incluso antes de los recortes. Con la ola de incendios del verano del 2007 la población griega empezó a perder la fe en sus políticos. En Olimpia se salvaron las ruinas, pero se quemaron los pueblos. El monte Cronos quedó arrasado, como si fuera una metáfora de que se iniciaba un nuevo tiempo. Las llamas dejaron un rastro de más de sesenta muertos y más de 150 poblaciones arrasadas. Muchos griegos se sintieron abandonados por el Gobierno. Y el Ejecutivo del conservador Karamanlis empezó a repartir indemnizaciones de 3.000 euros. Bastaba con presentar un carné de identidad y una declaración jurada de que eran víctimas del desastre. Un parche típico del sistema, que cometió graves pecados durante la época de vacas gordas. Entre 1995 y el 2005 Grecia fue el único país de la OCDE en el que se redujo el poder adquisitivo de la clase media. Los rescates y sus durísimos paquetes de recortes fueron el impulso definitivo para Syriza. En este estiércol germinó la semilla del cambio. También gracias a la figura de Tsipras, un líder sonriente y con carisma, con un estilo informal y relajado, alejado de los cánones del puño cerrado y el ceño fruncido y con la capacidad de moderar su discurso y pescar en el voto de centro. Tsipras nació cuando cayó la junta militar. Ante la Universidad Politécnica de Atenas, una verja quedó retorcida por el paso de los tanques. Los estudiantes se habían sublevado. La huelga y las protestas terminaron con una matanza de decenas de alumnos. Aquellos jóvenes que tumbaron la dictadura en los setenta son conocidos en Grecia como la generación de la Politécnica. Pero muchos intelectuales griegos aseguran que luego se convirtieron en el establishment para aplicar las políticas de clientelismo y corrupción que asfixiaron el Estado. Luego vino la generación 700 euros. Más tarde la 500. Pasos y pasos para Syriza.