Histórica confesión de un militar represor

Marcela Valente BUENOS AIRES / COLPISA

INTERNACIONAL

Un exmayor del Ejército argentino sienta un precedente al desvelar en su juicio el nombre de 25 desaparecidos de la dictadura y el lugar donde fueron enterrados

13 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Por primera vez en la historia reciente de Argentina, un represor ha revelado ante la Justicia la identidad y lugar de enterramiento de 25 desaparecidos, secuestrados durante la dictadura militar (1976-1983). Se trata del exmayor del Ejército Ernesto Barreiro, procesado por delitos de lesa humanidad en el centro de detención clandestina La Perla, en la provincia de Córdoba. «Esto es altamente significativo. Es un cambio de actitud. Por primera vez un imputado en estos juicios expresa voluntad de colaborar», destacó el magistrado Jaime Díaz Gavier, presidente del Tribunal Oral Federal número 1 de Córdoba, que conduce las audiencias del megajuicio en el que confluyen 27 causas penales conexas.

En ese marco, Barreiro entregó una lista de 25 personas, con nombre y apellido, cuyos restos habrían sido inhumados clandestinamente en La Perla y en un lugar próximo. Personal del tribunal y miembros del Equipo Argentino de Antropología Forense se trasladaron a los sitios para una inspección ocular y seguirán con la pesquisa. El juez dijo que aún hay que verificar si son ciertas las informaciones. Los peritos ya venían realizando hallazgos de restos óseos en ese centro a partir de otras versiones, sin saber aún a quiénes pertenecían. «El aporte que [Barreiro] hace es el de los nombres», precisó Gavier.

El magistrado atribuyó la colaboración a la insistencia del tribunal en la petición de conocer la verdad sobre los cuerpos. «Es la reclamación más sentida de los familiares», remarcó Díaz, en coincidencia con el fiscal Facundo Trotta, que ponderó la importancia de cerrar este trágico capítulo de la historia. Trotta reveló que desde hace un tiempo algunos acusados dan indicios de querer aportar datos y «es obligación del Estado dar respuesta a los familiares». «No hay antecedentes de que un reo haya hecho una manifestación de este tenor», subrayó, al tiempo que apunto que «puede ser un efecto reflejo para que otros acusados tomen la misma postura».

El megajuicio de La Perla comenzó hace dos años y podría terminar en el 2015 con la condena de medio centenar de imputados, entre ellos el exgeneral Luciano Benjamín Menéndez. Los magistrados escucharon más de 400 testimonios sobre secuestros, torturas, violaciones, muertes y desapariciones, además de robo de empresas y otros bienes.

Una estrategia

Uno de los más despiadados represores era Barreiro. Por eso los familiares dudan de su voluntad de cooperar. Sospechan que es una estrategia para conseguir una reducción de pena. El exmayor se hizo conocido en 1987 cuando se negó a ir a declarar en los juicios por violaciones de los derechos humanos y desató la sublevación militar de Semana Santa.

El motín concluyó con la sanción de las leyes de impunidad que se derogaron en el 2004. Tres años después fue extraditado desde EE.UU. y aún espera ser condenado. Entretanto, una hija de Barreiro, presuntamente robada a sus padres, se niega a someterse a análisis de sangre para comprobar si es o no hija de desaparecidos.