Sarkozy regresa a la política como principal candidato a presidir la formación de centro-derecha el 29 de noviembre
23 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.La Unión por un Movimiento Popular (UMP), el partido de centro-derecha mayoritario en Francia, que aglutina desde antiguos gaullistas a neoliberales pasando por centristas, celebrará el próximo fin de semana la primera vuelta para elegir a su nuevo presidente. Será el momento de saber no solo quién dirigirá un partido descabezado y en horas bajas desde la dimisión de Jean-François Copé y el estallido del affaire Bygmalion, sino también quién será el encargado de organizar las anunciadas primarias para ser candidato a la presidencia de la república, previstas para antes de las elecciones del 2017.
Los tres candidatos a la presidencia del partido, que han tenido que presentar el aval de al menos un 1 % de los militantes repartidos en un mínimo de 15 regiones, además de ser apadrinados por al menos 13 miembros del Parlamento, son ya conocidos por todos. En primer lugar está el expresidente Nicolas Sarkozy, que tras regresar definitivamente a la política parte como favorito, según los analistas. El que fue presidente francés entre el 2007 y el 2012 lleva semanas de gira por platós y mítines, proclamando su voluntad de revolucionar la UMP y mejorar su transparencia, algo que se dice que podría conseguir cambiando desde el nombre del partido hasta su estructura organizativa. Su prioridad es, en todo caso, las teóricas primarias y las elecciones presidenciales del 2017, en las que partiría con la ventaja de ser el presidente del partido.
Pero para ello deberá primero derrotar a sus dos rivales: Bruno Le Maire y Hervé Mariton. Le Maire, antiguo ministro de Agricultura precisamente con Sarkozy, se presenta como el candidato centrista y ha prometido «recuperar la dignidad del partido» y decidir las políticas de la formación con una participación más abierta de los militantes. Mariton representa el ala derecha. Habitualmente relacionado con el movimiento contra el matrimonio homosexual, el diputado por la Drôme se describe como conservador en el plano moral y liberal en el económico. Aunque ambos parten con desventaja en las encuestas, las dudas sobre la implicación de Sarkozy en el escándalo Bygmalion por supuestas irregularidades en la financiación de la campaña del 2012, pueden jugar a su favor.
Frenar al Frente Nacional
En todo caso, y tras el fracaso de las elecciones a la presidencia del partido del 2012, que finalizaron entre acusaciones de fraude con un enfrentamiento directo entre François Fillon y Jean-François Copé, el triunvirato compuesto por Alain Juppé, Jean-Pierre Raffarin y Fillon (copresidentes interinos y antiguos ministros de Chirac) se ha propuesto no repetir la experiencia y asegurar una votación lo más limpia posible. Para ello, se van a servir del voto electrónico intransferible, con un sistema parecido al que ha utilizado Podemos en España pero, eso sí, abierto solo a militantes que estén al día en las cuotas del partido.
Según cálculos de Le Monde, hay aproximadamente 143.000 afiliados que cumplen este requisito. De ellos dependerá el liderazgo de un partido que aspira a arrebatar el poder al Partido Socialista y frenar el ascenso del Frente Nacional.