Librados de la deportación al menos por tres años

v. t. nueva york / corresponsal

INTERNACIONAL

22 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Las medidas aprobadas por Obama no son la reforma migratoria que había prometido porque él no tiene poder legal para hacerlo, ni siquiera suponen una vía hacia la nacionalidad porque eso solo puede aprobarlo el Congreso. Pero la nueva orden ejecutiva permitirá que algunos inmigrantes que ahora no tienen visado se libren de la deportación y obtengan un permiso de trabajo por tres años. La medida afecta a los padres y madres de ciudadanos estadounidenses o residentes legales y a aquellos que entraron en el país con menos de 16 años y antes del 2010.

En la primera categoría están millones de personas, sobre todo hispanos, que entraron ilegalmente en EE.UU. y tuvieron hijos en el país, lo que da a los niños la ciudadanía automática. En cuanto a la segunda, amplía la llamada acción diferida aprobada en 2012 para dar cobertura legal a los dreamers, como se conoce a los niños que entraron con sus padres en ese país y han crecido y se han educado allí pero sin tener estatus legal. La orden de 2012 se aplicaba solo a los que habían entrado antes de 2007 y que en el momento de pedir la regularización tuvieran menos de 30 años. Ahora la fecha para la llegada al país se alarga hasta el 1 de enero de 2010 y se elimina el requisito de los 30 años.

El propio Obama explicaba las limitaciones de su decisión: «No se aplicará a nadie que haya entrado en fecha reciente ni a nadie que entre de manera ilegal en el futuro. No otorga la nacionalidad ni permite quedarse aquí de manera permanente».

Para optar a los beneficios que proporciona la orden, los inmigrantes deberán demostrar que cumplen los requisitos, no tener antecedentes penales y haber pagado o pagar impuestos. Todavía no se sabe cuándo se abrirá el plazo para optar a esos beneficios pero, según la información de la Casa Blanca, los padres de niños estadounidenses probablemente podrán presentar su solicitud en la próxima primavera y los que se quieran acoger a la ampliación de la acción diferida, unas semanas antes.

Obama no hizo mención a los millones de inmigrantes que quedarán fuera de esta amnistía temporal, pero sí declaró algo que puede suponer un alivio para ellos. Aseguró que a partir de ahora, las deportaciones se centrarán en inmigrantes sin visado que cometan delitos y personas que hayan entrado recientemente o entren en el futuro sin visados reglamentarios. Eso parece querer decir que los millones de extranjeros que viven y trabajan en EE.UU. sin papeles desde hace muchos años podrán, por lo menos, dejar de temer constantemente la amenaza de la vuelta obligatoria a sus países.