Leticia Koffke, Miss República Democrática Alemana

Dpa

INTERNACIONAL

En el este, el papel de las modelos era ser heroínas del trabajo», explica

07 nov 2014 . Actualizado a las 19:22 h.

Como millones de ciudadanos de la Alemania comunista (RDA), Leticia Koffke afrontó el desafío de adaptarse a un nuevo mundo tras la caída del Muro de Berlín hace ahora 25 años. Pero su choque cultural con Occidente se dio en un ámbito particular: el de la belleza y la moda.

«Las chicas en el este no eran remilgadas, porque el comunismo nunca idealizó a la mujer glamourosa. En el este, el papel de las modelos era ser heroínas del trabajo», explica a la agencia dpa Koffke, hoy de 42 años y dueña de un título único: el de la primera y última Miss RDA de la historia.

Koffke vivió sus primeros 19 años de vida sin grandes cuestionamientos en Brandenburg an der Havel, una pequeña localidad al norte de Berlín en la que trabajaba como enfermera. «Obviamente me daba cuenta de que la RDA no era perfecta. Pero tampoco sentía una necesidad urgente de irme», recuerda.

La caída del Muro el 9 de noviembre de 1989 la sorprendió ya durmiendo. Su novio la despertó al ver las imágenes de miles de berlineses del este cruzando a occidente ante las cámaras de todo el mundo. Koffke se alegró, pero también tuvo un temor: «Tal vez era todo un error y volverían a cerrar el Muro al día siguiente», pensó.

Los días contados

Las semanas que siguieron mostraron que no era así: el gobierno de la RDA tenía los días contados. Un gobierno de transición no comunista lideró la Alemania oriental hasta la reunificación del país un año más tarde. Y la vida de Koffke no volvería a ser la misma.

En septiembre de 1990, el gobierno de transición organizó la elección de una Miss RDA. Era la primera vez: los concursos de belleza no estaban bien vistos por el régimen comunista. Koffke decidió participar y se presentó con su larga melena rubia y un vestido prestado. Y ganó.

Dos semanas más tarde, su título perdió todo valor: la RDA dejó de existir, la joven modelo se convirtió en reina de la belleza de un país desaparecido y Alemania selló su reunificación el 3 de octubre de 1990.

No fue un problema para Koffke, que a fin de año compitió en la elección de «Miss Alemania» y la ganó, convirtiéndose así en la primera reina de la belleza de la Alemania reunificada. La antigua enfermera de la RDA se encontró de golpe en medio del esplendor occidental, ganaba mucho dinero y desfilaba en Milán o Nueva York.

Pero Leticia se sintió pronto decepcionada de su nuevo mundo. «Yo era sencillamente diferente», explica. Mientras miles de personas perdían su empleo en el este de Alemania, los ciudadanos del oeste se quejaban de problemas menores y estaban fijados en lo material, recuerda. «Todo era superficial. Sólo importaba la apariencia».

Al igual que otros alemanes de la RDA, Koffke habría querido una «tercera vía» entre las dos partes del país, una fusión de comunismo y capitalismo que tomara los «aspectos positivos» de ambos. Pero pronto se vio que los valores occidentales se imponían.

Y también el trabajo de Koffke como modelo terminó por agotarse.

«Quería hacer algo con mi vida», explica. Fundó por eso con su novio una marca de moda, Leticia K. Y en 1998 se mudó a Estambul con su hija de dos años para supervisar la producción en Turquía.

Dos años de esa experiencia bastaron para mostrar a Leticia que la vida como emprendedora y empresaria autónoma tampoco era para ella.

«Todo el tiempo tenías que pensar solo en aumentar los beneficios. No tenías vida privada», cuenta. Un reproche que muchos hacen hoy al régimen de la RDA y su hiperintervención en las vidas privadas.

La ex modelo dejó a su novio, cerró su empresa y volvió primero a Berlín y luego a Colonia, en el oeste del país, donde por fin encontró un sitio donde sentirse como en casa.

El mundo occidental sigue sorprendiéndola, por ejemplo cuando compara su ingreso casi casual en el mundo de la moda y la comercialización de los sueños y esperanzas de las niñas de hoy.

Su hija, ya adolescente, es una apasionada seguidora de un «reality-show» que corona a una joven modelo. Y Leticia la mira «preocupada» por la influencia que el programa podría tener en la joven.