Merkel le señala a Cameron la puerta de salida de la UE

Cristina Porteiro
Cristina Porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Berlín se suma al órdago de Bruselas: «La libertad de circulación es innegociable»

04 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

La actitud chantajista del británico David Cameron sigue levantando ampollas entre los socios europeos. La última en sumarse a la indignación generalizada por la petición de Londres de poner coto a la libre circulación de personas en la Unión Europea ha sido la canciller Angela Merkel.

Según revela el semanario Der Spiegel, Merkel advirtió a Cameron que su actitud lo está alejando del bloque europeo y está llevando al Reino Unido a un punto de no retorno, precipitando su salida de la UE. Berlín, otrora mediador entre Bruselas y Londres, se ha alineado esta vez con la Comisión Europea para lanzar un órdago al premier. «El gran bien de la libertad de circulación en la UE no es negociable para Alemania», aseguró el portavoz del Gobierno germano, Steffen Seibert.

Merkel quiere que el Reino Unido sea un socio «activo y comprometido», pero ha pintado una gran línea roja que no permitirá que Cameron sobrepase: ni cuotas ni restricciones a la circulación. El ministro de Finanzas británico, George Osborne, trató ayer de quitarle hierro al asunto al calificar de «poco consistente» la información de Der Spiegel.

Cameron tiene sus ojos puestos en las elecciones del 2015. Con un electorado cada vez más euroescéptico, el tory seguirá con la hoja de ruta prevista y presentará a sus socios en Bruselas un plan de reforma de los Tratados antes de Navidad para frenar la inmigración. La iniciativa parece estar abocada al fracaso. Necesita el acuerdo unánime de los 28 Estados miembros para que salga adelante. No le apoya ningún país del Este, potenciales afectados por las medidas restrictivas que propone Londres. Merkel tampoco: «No alteraremos los principios fundamentales de libre movimiento en la UE».

Bruselas también le cierra la puerta. «Si destruimos la libertad de movimiento, otras libertades pueden caer después», alertó el nuevo presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker. Si el Reino Unido quiere poner fin al derecho fundamental de libre circulación, deberá renunciar también a la libre circulación de bienes, capitales y servicios, algo impensable para la City.

Cameron exige renegociar su pertenencia al club. De no hacerlo, amenaza con un referendo en el 2017. Bruselas trata de apagar el fuego. El anuncio de que Londres deberá abonar 2.100 millones de euros a las arcas comunitarias no ha ayudado mucho. La guinda del pastel la puso ayer el portavoz de Juncker, quien alertó a Cameron de que tendrá que pagar intereses si no devuelve el dinero antes del 1 de diciembre.