Hong Kong promete ocupar la calle mientras no alcance sus objetivos

sara r. estella PEKÍN / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

CARLOS BARRIA | REUTERS

El Gobierno británico convoca al embajador chino para pedirle explicaciones

01 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Los ojos del mundo están puestos desde hace cuatro días en los paraguas que llenan el centro de Hong Kong. Decenas de miles de personas se concentran cada noche para exigir al Gobierno chino libertades democráticas para la excolonia británica. Ni la abundante lluvia que cayó desde el atardecer, e hizo usar esta vez los paraguas para su verdadero fin, logró dispersar ayer a los manifestantes, cuyos líderes han anunciado su intención de no desalojar la ciudad hasta que no logren sus objetivos.

Pero, ¿quiénes son? El rostro más joven de la protesta tiene 17 años. Bajito y muy delgado, Joshua Wong se ha convertido en un fuerte dolor de cabeza para las autoridades. Nació casi al mismo tiempo que Londres devolvía a Pekín la soberanía de Hong Kong. Fundador de Scholarism, una asociación de estudiantes, su mayor logro lo consiguió hace dos años cuando movilizó a más 120.000 personas para protestar en la calle contra una reforma educativa que pretendía inculcar el patriotismo comunista en las escuelas. El sábado fue detenido por la policía y puesto en libertad al día siguiente.

Junto a los estudiantes, dirige las protestas el movimiento Occupy Central, fundado en 2013 para defender libertades democráticas para Hong Kong. Su rostro principal es el reverendo Chu Yiu-ming, un activista proderechos humanos muy conocido en todo el país por sus acciones reivindicativas. La más recordada es la ayuda que prestó a varios manifestantes que huyeron de Pekín después de la masacre de Tiananmen, de la que este año se cumplieron 25 años.

El tercero de los líderes es Jimmy Lai, un magnate de los medios de comunicación y propietario de la única televisión pro democrática del país. Hace apenas un mes la policía registró su casa al considerarlo sospechoso de corrupción. Él lo niega y asegura que el acoso se debe a causas políticas. Precisamente ayer, varios académicos denunciaron presiones e incluso amenazas de muerte por dar su apoyo a las protestas.

Pero las figuras de los líderes se diluyen ante el compromiso individual de las decenas de miles de estudiantes y trabajadores que deciden unirse a la causa democrática. Mientras hoy se espera la mayor afluencia de gente a las protestas debido a que es festivo, la comunidad internacional ha empezado a reaccionar ante el desarrollo del conflicto. Ayer, el Gobierno británico anunció que convocará al embajador chino para pedirle explicaciones. La tensión aumenta y varios grupos de estudiantes amenazaron con ocupar edificios públicos. Mientras, China sigue censurando la información sobre las protestas ante el temor de que puedan exportarse a otros puntos del país poniendo en peligro la autoridad del Partido Comunista.