«La gente de Hong Kong se pide el día en el trabajo para ir a las protestas»

La Voz DANI CANCELA

INTERNACIONAL

BOBBY YIP | Reuters

El futbolista coruñés Dani Cancela, que actualmente juega en un equipo del país, relata su experiencia en la «revolución de los paraguas»

10 oct 2014 . Actualizado a las 10:28 h.

La isla de Hong Kong, en concreto el distrito financiero (Admiralty y Central principalmente) lleva varios días tomado por la gente. Los colegios cerrados y el transporte publico a excepción del metro, completamente inutilizado. Es increíble ver esas calles, normalmente atestadas de trafico, llenas de gente protestando, de la manera mas pacifica que uno se pueda imaginar, contra la reforma acordada el mes pasado en Pekin de limitar de manera absurda el sufragio universal prometido veinte años atrás cuando el Reino Unido cedió el territorio a China. En ese momento se acordó que en el 2017 Hong Kong podría libremente elegir a sus representantes, pero ahora que se acerca el momento, el Gobierno chino no lo ve claro, y dice que podrán votar libremente, sí, pero entre los dos o tres candidatos que ellos decidan que pueden concurrir a dicha elección. Obviamente, todos pro Partido Comunista.

El domingo el movimiento «Occupy Central» formado básicamente por estudiantes muy jóvenes reunió a decenas de miles de personas protestando por esta decisión del Gobierno Chino. Gente totalmente pacífica (hasta el punto de que al terminar sus concentraciones se organizan para recoger y reciclar su propia basura) que recibió una respuesta inusualmente agresiva y completamente desmedida por parte de la policía. Gases lacrimógenos y gas pimienta, así como antidisturbios con porras y escudos en unas imágenes que dieron la vuelta al mundo. Esa respuesta desmedida fue lo que hizo realmente salir a la calle a cientos de miles de personas ocupando las principales zonas de la ciudad armados con paraguas, gafas y gorros de piscina para resistir a los ataques policiales, que, por cierto, no se repitieron desde el domingo. La gente pidió el día libre en el trabajo, para ir a protestar o para ayudar a los que lo hacen repartiendo comida, agua o lo que hiciese falta.

Aquí, que normalmente nadie habla de política y los periódicos solo llevan a portada temas económicos, está todo el mundo hablando de esto, y de las posibles consecuencias. Los periódicos hacen comparaciones con lo ocurrido en Tiananmen en el 1989, pero es un escenario bastante improbable. Esto no es China, aunque en el 2047 lo acabe siendo, y la idiosincrasia del hongkonés es muy distinta de su vecino mainlander. Tampoco es Ucrania, y en las protestas están mas preocupados de poder cargar su móvil que de destrozar cosas (ayer quedaron dos coches de policía atascados en medio de la gente y no sufrieron ni un rasguño, cosa impensable en cualquier manifestación, por pequeña que sea, en cualquier parte del mundo).

Ahora falta por saber como van a seguir desarrollándose los hechos, los próximos días van a ser clave. Mañana es el Día Nacional de China y por lo pronto se cancelaron los Fuegos Artificiales de la celebración de esta noche. Falta ver como reacciona el Gobierno Central ante todo esto. El sueño de reunificacion de la nación china que Xi Jinping tiene en mente se puede ver seriamente puesto en entredicho si la protesta aquí prospera. Taiwan y otras provincias díscolas como la musulmana Xinjiang estarán muy pendientes del devenir de los acontecimientos. De momento el gobierno hace lo de siempre, intentar que se sepa lo menos posible. En China no se ponen imágenes de lo que está sucediendo, en Weibo (el twitter chino), cualquier búsqueda que incluya las palabras «Occupy Central» o «umbrella revolution» es automáticamente censurada y la red social Instagram también ha sido bloqueada hace unas horas. Incluso aquí los canales de televisión chinos hablan poco o nada del tema y si lo hacen, se centran en lo perjudiciales que están siendo para la economía de la SAR estas jornadas de protesta. Y no sabemos si es casualidad, pero algunos canales como la BBC se están quedando en negro mientras ponen imágenes de las revueltas. Aquí se tiene miedo de que la censura de mainland China llegue en mayor o menor medida a un territorio que, aunque no pueda elegir a sus dirigentes, hasta ahora goza de una libertad de movimiento e información que no existe en el resto del enclave. Y que van a pelear por mantener.