Detenidos dos líderes empresariales de Venezuela por críticas sobre la sanidad

pedro garcía otero CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Fueron liberados tras tomarles declaración, sin aclarar las razones de la retención

23 sep 2014 . Actualizado a las 04:00 h.

La policía política de Venezuela detuvo por medio día a dos dirigentes empresariales por formular críticas contra el Gobierno, y los liberó tras tomarles declaración, sin aclarar las razones de la retención. El Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) capturó a mediodía del domingo a Eduardo Garmendia, presidente del Consejo Nacional de la Industria (Conindustria), y lo liberó el lunes en la madrugada. El portavoz empresarial había formulado el sábado una advertencia sobre cómo la epidemia del virus Chikungunya está afectando la productividad.

Aunque el Gobierno reconoce solo 398 casos de esta enfermedad, que viene propagándose desde el Caribe y es transmitida por un mosquito, expertos señalan que las víctimas del mal ya se cuentan por miles solo en el centro del país.

Paralelamente, en La Guaira fue detenido Rusvel Gutiérrez, presidente de la Cámara de Comerciantes, Industriales y Aduaneros del estado Vargas, quien también había hecho declaraciones señalando que la importación de productos médicos solo se normalizaría a fines del próximo año.

El presidente de la patronal Fedecámaras, Jorge Roig, señaló que las detenciones constituyen prácticas de amedrentamiento que serán denunciadas ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Luego de descubrirse que una enfermedad febril había matado a nueve personas en el Hospital Central de Maracay, a 100 kilómetros de la capital, en el estado de Aragua, el gobernador de ese estado, Tarek El Aissami, señaló que la denuncia de las muertes, formulada por el presidente del Colegio Médico de Aragua, Feder Álvarez, era «terrorista» y se abrió una investigación contra el galeno. El domingo su residencia fue allanada por el Sebin. Tanto El Aissami como Maduro desmintieron en un primer momento las muertes, pero el sábado, Maduro las atribuyó a una «guerra bacteriológica» contra su Gobierno, mientras desde la oposición se culpa a las erradas políticas sanitarias de los últimos años.