La inculpación por blanqueo de un magnate ruso hace temer un nuevo caso Yukos

Moscú / agencias

INTERNACIONAL

Al magnate, de 65 años, se le acusa de malversaciones durante la privatización, a comienzo de este siglo, del grupo petrolero Bashneft

18 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La inculpación por blanqueo de dinero del magnate ruso Vladimir Yevtushénkov provocó ayer conmoción en los círculos empresariales del país ante el temor de que sea una repetición del caso del grupo petrolero Yukos, que tuvo una motivación política.

El comité ruso de investigación anunció el martes la imputación por blanqueo de dinero y puso bajo arresto domiciliario a Yevtushénkov, presidente del consejo de administración del grupo financiero industrial AFK Sistema. La compañía calificó rápidamente de «infundadas» las acusaciones contra uno de los hombres más ricos del país con una fortuna estimada en 9.000 millones de dólares por la revista Forbes. Al magnate, de 65 años, se le acusa de malversaciones durante la privatización, a comienzo de este siglo, del grupo petrolero Bashneft, una de las joyas del holding.

«Todo esto tiene pinta de un Yukos bis», estima Alexánder Shojin, presidente de la Confederación rusa de industriales y empresarios, citado por el diario económico Vedomosti. «Está claro que alguien quiere arrebatarle Bashneft a Yevtushénkov, y que ese alguien es un allegado del Kremlin», abunda el analista Anvar Amirov.

Según él, «el esquema es el mismo que con Yukos», la mayor petrolera rusa en el momento de ser desmantelada, a raíz de la detención en el 2003 de su presidente Mijaíl Jodorkovski por «desvío de fondos y blanqueo de dinero». Jodorkovski, que en su momento fue el hombre más rico de Rusia, pasó diez años entre rejas tras dos juicios que según él fueron promovidos por Vladimir Putin para apartarle como rival político. Fue liberado en el 2013.

Rusia respaldó ayer la ley aprobada la víspera por el Parlamento ucraniano y que concede tres años de autogobierno a las zonas bajo control de los separatistas de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania.