El voto protesta arrasa en las regionales alemanas

Úrsula Moreno BERLÍN / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Los euroescépticos entran en los parlamentos de los estados de Turingia y Brandemburgo, tras su desembarcó en Sajonia

15 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El voto protesta sigue causando furor en Alemania. Dos semanas después de que los eurocríticos de Alternativa para Alemania (AfD) cosecharan un 9,8 % de los sufragios en Sajonia, ayer arrasaban directamente con más del 10 % en Turingia, poniéndose casi a la altura de los socialdemócratas (SPD). En Brandemburgo, el land que rodea Berlín, el partido euroescéptico y neoliberal fundado hace año y medio por un economista de Hamburgo, se afianzaba como cuarta fuerza más votada, con casi un 12 % según resultados provisionales.

El AfD, que reclama que los alemanes dejen de «pagar la factura» por los vecinos del sur, se hace con votos de la CDU de Angela Merkel, pero también con papeletas de los demás partidos. El mismo Sigmar Gabriel, vicecanciller socialdemócrata, confesaba que el SPD no había hecho bien los deberes, al haber perdido casi un 6 % de los sufragios con respecto al 2009. Siguiendo la tendencia marcada en Sajonia, el AfD se afianzan en el mapa político teutón, mientras que los liberales del FDP y tradicionales aliados de Merkel desaparecen definitivamente del mismo.

En Turingia, donde gobierna la CDU de Merkel desde hace 25 años, su partido volvió a ser el más votado, aunque está por ver si reeditará la gran coalición de los últimos cinco años, ya que al cierre de esta edición no estaba claro si el bloque de la izquierda, formado por el segundo partido más votado, la Izquierda, con más de un 28 %, no podía formar un tripartito con el SPD y los Verdes. Sería una alianza inédita en Alemania, ya que estaría liderada por primera vez por un poscomunista, Bodo Ramelow, que durante la campaña electoral ya hizo públicas sus aspiraciones a convertirse en primer ministro en Erfurt.

Mientras en Turingia todo estaba abierto, Brandemburgo apostó por la continuidad y el socialdemócrata Dietmar Woidke no tendrá que dejar la sede de gobierno de Potsdam. La pregunta es quién será su socio menor, ya que puede elegir entre repetir alianza con La Izquierda o decidirse por una gran coalición con la CDU, a imagen y semejanza de la que lideran Merkel y Gabriel.