El Bundestag respalda la decisión de Merkel de armar a los kurdos

Úrsula Moreno BERLÍN / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Cameron refuerza el control en las fronteras contra los yihadistas británicos

02 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El Parlamento alemán, Bundestag, respaldó ayer la decisión de la canciller de enviar armas a los kurdos en Irak para frenar el avance de Estado Islámico (EI). Mediante un debate parlamentario y una votación simbólica, Angela Merkel buscaba el apoyo popular para un paso que supone un giro de 180 grados en la política exterior alemana, centrada durante décadas exclusivamente en la ayuda humanitaria.

Aprovechando que ayer se cumplían 75 años de la invasión de Polonia por la Alemania nazi, Merkel recordó la muerte de 6 millones de judíos: «Nosotros, los alemanes, no lo olvidaremos jamás», dijo, para resaltar después que hoy la Unión Europea está formada por 28 estados y que «de enemigos hemos pasado a ser amigos». Minutos más tarde, y ya centrada en los riesgos que afrontan los peshmergas en el norte de Irak, aseguró que «Alemania tiene la oportunidad de evitar más muertes».

Y eso pese a contar con la opinión pública en contra. Dos tercios de los alemanes rechazan la ayuda militar, ya que temen que las armas alimenten aún más el conflicto. «Lo que sobra en Irak son armas», apuntó Gregor Gysi, el líder de la Izquierda, que a su vez aprovechó para arremeter contra el hecho de que el Parlamento haya sido llamado a debatir esta controvertida decisión, pero «no a votarla». El voto de la Cámara no era vinculante, al no tratarse del envío de tropas.

Sensible a los riesgos

Tras semanas de polémica, Merkel finalmente cedió al reclamo de los Verdes, en la oposición, que exigieron esta sesión plenaria extraordinaria para que explicara su nueva política exterior. Dijo ser «consciente de los riesgos», como que las armas caigan en manos equivocadas, pero concluyó que «existen situaciones en las que solo los medios militares sirven para encontrar nuevamente una solución política», y recordó que el EI es un grupo que amenaza la seguridad de Alemania y de toda Europa.

El Gobierno de Merkel enviará fusiles, misiles antitanque del tipo Milan, granadas de mano y un largo etcétera que la víspera hacía pública la ministra de Defensa, que servirá para armar a 4.000 combatientes kurdos, «con el consentimiento del Gobierno de Bagdad», apuntaba ayer la canciller. La primera partida saldrá a finales de mes.

El Gobierno se empeñaban en dejar bien claro que es una «ayuda de emergencia», y no la «ruptura de un tabú», y que esta decisión no sienta ningún precedente para la posterior intervención en otros conflictos. Algo que, dadas las circunstancias (léase Irak, Siria o Ucrania), muy pocos firmarían.

Medidas en el Reino Unido

David Cameron anunció ayer en la Cámara de los Comunes el endurecimiento de las leyes antiterroristas en el Reino Unido para impedir que ciudadanos británicos salgan del país para hacer la yihad y que los ya han combatido en Siria o Irak regresen, informan las agencias desde Londres.

Las medidas se centrarán en dos vías: neutralizar a los posibles extremistas en las fronteras británicas y vigilar a los que ya están en el país. Entre otras, la policía dispondrá de poderes temporales para confiscar el pasaporte de los sospechosos y también se restringirán sus movimientos dentro del Reino Unido.

Además, las aerolíneas deberán facilitar con antelación sus listas de pasajeros para que las autoridades puedan identificar a los que regresan o van a la yihad.

La semana pasada Cameron elevó el grado de alerta terrorista después de llevar tiempo avisando del riesgo de que extremistas británicos que combaten en Siria e Irak junto a grupo como el Estado Islámico, cuyo número se estima en 500, regresen al Reino Unido para organizar atentados.