El titular de Exteriores turco es el sucesor de Erdogan como jefe de Gobierno

EFE

INTERNACIONAL

Ahmet Davutoglu es considerado uno de los colaboradores más leales del actual presidente del país

21 ago 2014 . Actualizado a las 21:16 h.

El partido gobernante en Turquía, el islamista Justicia y Desarrollo (AKP), anunció este jueves que su nuevo líder y próximo primer ministro será el actual titular de Exteriores, Ahmet Davutoglu.

«El candidato para presidir el partido es el ministro de Exteriores Ahmet Davutoglu», declaró a la prensa el saliente jefe del Gobierno, Recep Tayyip Erdogan, tras una reunión del comité ejecutivo del AKP.

Davutoglu será así el sucesor al frente del Ejecutivo turco de Erdogan, que el pasado día 10 fue elegido presidente del país y el próximo jueves asumirá el cargo de jefe de Estado.

La decisión del comité ejecutivo del AKP aún debe ratificarse en un congreso extraordinario de la formación el próximo días 27, cuando Erdogan confió en que «todo el partido» respalde al candidato. «Si se convierte en presidente del partido con los votos de los delegados, será también primer ministro», añadió Erdogan.

El saliente jefe del Gobierno destacó que desde la presidencia trabajará con Davutoglu para afrontar los retos del país, entre los que citó el proceso de paz con la guerrilla kurda del PKK y reformar la actual Constitución turca. Davutoglu, que compareció con Erdogan ante la prensa en Ankara, aseguró que habrá continuidad con él como primer ministro. «Nadie debe dudar de que vamos a seguir nuestro camino», afirmó, y subrayó los grandes progresos económicos y sociales en los últimos 12 años de gobierno del AKP en el país euroasiático.

Davutoglu es considerado uno de los colaboradores más leales a Erdogan, y ya fue su principal asesor sobre política exterior antes de ser ascendido al puesto de ministro de Exteriores en el 2009. Como ministro ha sido el principal promotor de la nueva política internacional de Turquía, que busca aumentar su influencia como potencia regional en Oriente Medio, Asia central y el norte de África. Esta visión, calificada a menudo por sus críticos como «neo-otomana», es criticada por alejar al país de su tradicional alianza con Occidente y de sus aspiraciones a ingresar en la Unión Europea, aunque Davutoglu siempre ha negado ese distanciamiento.

Aunque Turquía ha mejorado sus relaciones con países antiguamente hostiles como Grecia y Armenia, los vínculos con otrora estrechos aliados como Israel y Egipto están congelados, mientras que el acercamiento de Ankara a Irán ha sido criticado en Occidente. Turquía también ha llevado una errática política exterior con otros países vecinos, como Siria, inmersa en una guerra civil, con Ankara convertido en uno de los mayores críticos de Damasco, así como con Irak, según los analistas.

Algunos críticos han sostenido que la política exterior turca ha perdido su rol neutral y su credibilidad para poder interceder en los conflictos.

La oposición laica ha repetido en los últimos días que el promotor de una política Exterior que consideran fallida sea ahora ascendido a primer ministro.

Erdogan, primer ministro durante los últimos 12 años, seguirá como líder del AKP hasta el día 28 de agosto, cuando asuma oficialmente el cargo de presidente. Posteriormente, ya como jefe de Estado, ratificará al nuevo primer ministro y a su gabinete.

Davutoglu ha apoyado los planes de Erdogan de cambiar la Constitución para instaurar en Turquía un sistema presidencialista que dé al jefe del Estado más poder y atribuciones. Los medios críticos con el Gobierno mantienen que con él como primer ministro, nada va a cambiar en la política turca, ya que Erdogan seguirá controlando el Gobierno desde la presidencia.

Kemal Kiliçdaroglu, presidente del principal partido de la oposición, el socialdemócrata CHP, aseguró ayer al diario Yurt que Davutoglu será «una marioneta de primer ministro».

Erdogan ha prometido un presidencia activa y romper con el tradicional rol ceremonial del jefe del Estado, utilizando todas las funciones del cargo, como la posibilidad de convocar las reuniones del gabinete de ministros.