David Stevenson: «Que Francia y Alemania vuelvan a entrar en guerra es inimaginable»

Guillermo Ximenis

INTERNACIONAL

El historiador considera que el mundo no es esencialmente distinto a como era antes de 1914, ya que las grandes potencias se continúan relacionando con la misma agresividad

03 ago 2014 . Actualizado a las 12:49 h.

El historiador británico David Stevenson, una de las máximas autoridades académicas sobre la Primera Guerra Mundial, cree que el mundo no es esencialmente distinto a como era antes de 1914, pues las grandes potencias se continúan relacionando con la misma agresividad. «Que Francia y Alemania vuelvan a entrar en guerra es inimaginable», afirmó Stevenson, que sin embargo considera que el actual conflicto entre China y Japón es una situación más «peligrosa» y similar a la que desencadenó la primera Gran Guerra.

El historiador británico, profesor de la London School of Economics, es autor de Historia de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), publicada por primera vez en castellano.

En pleno aniversario de uno de los episodios bélicos más violentos que ha vivido la humanidad, Stevenson considera que una nueva guerra que involucre a las primeras economías mundiales «no es inconcebible». Para el historiador, la disputa entre China y Japón por la soberanía marítima de las islas Senkaku «se parece más a 1914 que Irak o Afganistán, o incluso que Bosnia, en los años 90. Nunca hubo posibilidad de que esos conflictos escalaran hasta implicar a las grandes potencias».

«Parece que, si se iniciara una guerra por una agresión de China sobre Japón, los estadounidenses entrarían. Eso significaría tres países en guerra. Es una situación peligrosa. Me sorprende que los medios europeos no le hayan dado mayor cobertura», analizó Stevenson.

En su libro, el académico británico hace hincapié, entre otros factores, en la importancia de los aspectos económicos de la Primera Guerra Mundial, una contienda que los países costearon con bonos de deuda dirigidos a sus propias clases medias y con préstamos en el extranjero.

Tras el armisticio de noviembre de 1918, todos los países emergieron con un gran déficit, y eso hizo que durante la posguerra, en los años 20 y 30, se produjera un período de reajuste económico. «Hubo recortes, subió el desempleo. Fue un período de ajustes como el que vivimos en Europa ahora mismo», explicó Stevenson.

La guerra acabó con parte del sistema monetario que había dado estabilidad a las divisas europeas hasta entonces, debido a la necesidad de los países de imprimir grandes cantidades de papel moneda para costear el alto gasto que debían asumir.

Los gobiernos dejaron de obedecer a la correspondencia entre la cantidad de moneda en circulación y sus reservas de oro, y la inflación se disparó.

Los precios se doblaron en el Reino Unido y en Alemania, se multiplicaron por diez en Austria y por treinta en Rusia. La guerra fue un desastre para las economías de gran parte de los estados involucrados, si bien fue al mismo tiempo una oportunidad para que floreciera la industria en algunos países emergentes. España, que se mantuvo neutral, se benefició económicamente de su toma de posición política, gracias a sus exportaciones a Europa durante aquellos años y por el incremento de sus reservas de divisas, que se triplicaron durante la guerra.

El historiador explica en su obra algunos temas curiosos como que el ex presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy había estado leyendo un libro sobre las relaciones internacionales en 1914, justo antes de que se iniciara la crisis de los misiles en Cuba, y eso «parece que influyó en el modo en el que dirigió el asunto, quizás con más precaución». A Stevenson le gustaría pensar que su libro, de 900 páginas entre texto, mapas y notas, «puede hacer más manejable para leer en el avión».