Rusia pierde su segunda batalla legal por la expropiación de Yukos

Redacción / La Voz

INTERNACIONAL

«Todo el mundo sabrá la verdad», dijo la viuda de Litvinenko ante el Tribunal Superior de Londres.
«Todo el mundo sabrá la verdad», dijo la viuda de Litvinenko ante el Tribunal Superior de Londres. L. NEAL < / span>AFP< / span>

Londres reabre el caso del exespía Litvinenko envenenado con plutonio

01 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

En medio de la guerra abierta con Occidente para ajustar cuentas, Rusia recibió ayer dos malas noticias: la segunda derrota judicial internacional por la expropiación del coloso petrolero Yukos y la reactivación por parte de Londres de la inacabada investigación sobre el asesinato con plutonio del exespía ruso Alexánder Litvinenko en el 2006.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó ayer a Moscú a indemnizar a los antiguos accionistas de Yukos con 1.866 millones de euros al considerar desproporcionado el trato fiscal que recibieron del Gobierno ruso tras la expropiación de la empresa de Mijaíl Jodorkovski, en su día el hombre más rico de Rusia y que terminó en la cárcel por evasión fiscal después de convertirse en un duro crítico al presidente Vladimir Putin.

El tribunal con sede en Estrasburgo rehusó en cambio juzgar si el Kremlin decidió deliberadamente llevar a la quiebra a la empresa en el 2007. Los exaccionistas mostraron su satisfacción pese a que reclamaban una indemnización mucho más elevada, cerca de 38.000 millones.

Este varapalo legal llega después de que esta misma semana el Tribunal Permanente de Arbitraje de La Haya obligara a Rusia a pagar una indemnización de 50.000 millones de dólares (37.000 millones de euros) a accionistas de Yukos al considerar que el Kremlin orquestó el desmantelamiento del grupo petrolero por razones políticas.

El segundo frente al que se enfrenta Putin es la posible implicación del Kremlin en el asesinato de Litvinenko, que murió el 23 de noviembre del 2006 envenenado con la sustancia radiactiva polonio-210 tras haber tomado té en un hotel de Londres con dos antiguos colegas rusos: Andréi Lugovói y Dmitri Kovtun.

El juez Robert Owen abrió ayer la investigación pública en el Tribunal Superior de Londres, para satisfacción de la viuda, Marina Litvinenko, que lleva años reclamándola y acusando al Kremlin de estar detrás de la muerte de su marido. También para satisfacción del juez, que ha ganado la batalla con su Gobierno para actuar de «manera justa y sin temor». La primera vista formal se celebrara en enero.

El papel del Kremlin

El juez Robert Owen señaló que su principal misión sera descubrir que grado de implicación tuvo el Kremlin en el asesinato del exespía del KGB exiliado en Londres. El juez descartó en cambio indagar sobre la posible responsabilidad del Gobierno británico a la hora de proteger a Litvinenko. Después de exiliarse en el Reino Unido en el año 2000, el exagente ruso trabajó, según su familia, para los servicios secretos británicos MI6.

«Todos, en todo el mundo, sabrán la verdad», dijo la viuda al llegar al tribunal. Marina reconoció que es posible que la situación política creada con Rusia por la crisis de Ucrania haya contribuido a que se aprobase esta investigación, informa Efe.

La muerte de Litvinenko causó una crisis diplomática entre el Reino Unido y Rusia en el 2007, tras la negativa de Moscú a extraditar a Andréi Lugovói, identificado como el principal sospechoso de la muerte de Litvinenko y que es diputado en la Duma.