Alerta de la «impunidad» con que su ejército se salta los «principios de proporcionalidad y de protección de civiles» cuando apunta su artillería contra «escuelas, hospitales y mezquitas»
01 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.La alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, acusó a Israel de «desafiar, de forma deliberada, las obligaciones que las leyes internacionales le imponen». Pillay alertó de la «impunidad» con que su ejército se salta los «principios de proporcionalidad y de protección de civiles» cuando apunta su artillería contra «escuelas, hospitales y mezquitas» y en concreto se refirió a la escuela de Gaza bajo protección de la URNWA (Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos en Oriente Medio) atacada el miércoles, en la que murieron 19 de los 3.000 desplazados acogidos en ella. La exjueza sudafricana señaló que el ataque se efectuó aun cuando la URNWA señaló 17 veces a las autoridades israelíes las localizaciones exactas de las escuelas donde se refugian los gazatíes.
Pillay, una de las voces más críticas de la ONU con Israel, recordó que atacar hospitales «viola la cuarta Convención de Ginebra y es un crimen de guerra». La comisionada cree que Tel Aviv «ha ido un paso más allá que en precedentes ofensivas» al destruir la estación eléctrica que abastece a la Franja, lo que hará la vida de sus habitantes absolutamente precaria. «Atacar sistemas de distribución de agua o electricidad, saneamiento, infraestructuras... es una violación de la ley internacional». Además, Israel, como fuerza ocupante, «tiene obligación de proporcionar estos servicios».
A la vista de los informes de la ONU sobre las operaciones del 2008-2009 y del 2012, las infracciones del derecho internacional son otra vez exactamente las mismas en la operación Margen Protector. Por eso, «es imperdonable que no se haya dado ningún paso político» para pedir cuentas a Israel y que «se permita la impunidad de esta situación», denunció Pillay. «No deberíamos permitir que no se investiguen ni se persigan» estos «crímenes de guerra y contra la humanidad», añadió.
La representante de la ONU fue muy crítica con EE. UU., cuyo apoyo da respaldo a la impunidad con que actúa Tel Aviv: «Estados Unidos tiene influencia sobre Israel y debería hacer más para parar las muertes». Criticó también la ayuda financiera y la entrega de armamento y puso por ejemplo el escudo antimisiles del que no disponen en Gaza.
Aunque sus palabras se centraron en las acusaciones a Israel, Pillay no dejó de observar que también Hamás viola la legislación internacional al almacenar bombas en escuelas, hospitales y mezquitas y al lanzar misiles contra zonas densamente pobladas de su enemigo.
Clamor internacional
España pidió al Consejo de Seguridad de la ONU una resolución urgente que ponga fin al «desastre humano de magnitud sin precedentes en el siglo XXI», según dijo el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo.
Cada vez más países se unen al clamor internacional contra la operación israelí. Bolivia se sumó a la mayoría de los Gobiernos latinoamericanos y anunció que exigirá visado a los israelíes y Venezuela informó que enviará ayuda humanitaria a los gazatíes. Chile, Perú, El Salvador, Brasil y Ecuador retiraron sus embajadores de Israel.