«Sin disciplina no hay nada», dice la dueña del internado «Mamá Rosa»

Europa Press

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La polémica Rosa Verduzco habla por primera vez de los hechos de maltrato infantil de los que se le acusan en una entrevista en la televisión

23 jul 2014 . Actualizado a las 20:56 h.

La máxima responsable de la polémica casa de acogida La Gran Familia, Rosa Verduzco, más conocida como «Mamá Rosa», ha hecho sus primeras declaraciones tras salir del hospital y quedar en libertad después de que las autoridades mexicanas determinasen que, por motivos de salud, no estaba en condiciones para entrar en prisión.

El pasado 15 de julio, la fundadora y directora del centro fue detenida junto a ocho empleados por un presunto delito de privación ilegal de la libertad. La Policía Federal rescató a 600 personas, entre ellas a 462 menores, que vivían en el albergue, tras recibir denuncias por maltrato y abusos. Tras ser puesta en libertad, «Mama Rosa» cuenta su versión de los hechos en una entrevista en exclusiva a la televisión mexicana Univision.

La entrevista arranca recordando el día del arresto. «Llegó una persona y me dijo que era de la Policía General de la República», cuenta Verduzco. El hombre le explicó que venía para hacer una investigación y le preguntó con quién podía hablar. Pasaba por allí uno de los empleados y «Mamá Rosa» le dijo que podía hablar con él. «De pronto, volteé y vi como 135 agentes adentro de mi casa, muchos de ellos armados y en ese instante me dijeron: ¿se siente usted bien? y yo respondí que sí», relata la fundadora de La Gran Familia.

Desde ese momento, «Mama Rosa» afirma que no volvió a ver a los niños. Al preguntarle por sus métodos de educación y su estricta disciplina, Verduzco se defiende: «Yo soy dura en la vida porque la vida me hizo dura. Sin disciplina no hay nada», argumenta. Y explica que si un niño le decía que no quería ir a la escuela, no había discusión posible y ella le contestaba: «Pues vas a ir a la voz de ya».

En cuanto al hecho de que los alimentos que se daba a los niños estuviesen caducados, la cuidadora expone que «hay dos mundos». «El mundo que come las tortillas y los frijoles fríos, en un piso de tierra y la gente que tiene un nivel de vida muy alto que piensa que tomar un refresco vencido es muy malo, pero yo llevo comiendo así 80 años», justifica Verduzco ante Univision.

Durante los años que Rosa María estuvo al frente del albergue, dio sus apellidos a centenares de niños huérfanos. Ante la ley y con un contrato notariado en mano, ellos son sus hijos y están bajo su custodia. «El albergue no es un internado, ni es una guardería donde te llevan por la mañana y te traen por la tarde. Somos una familia, y en una familia no se puede estar rompiendo el vínculo a diario», explica «Mama Rosa» para justificar el hecho de que pidiera la tutela de los menores.

Durante la entrevista también habla de la dureza del mundo de los desposeídos. «La vida de los desposeídos es muy dura. Naciste sin un derecho a la sanidad y a la educación y te vas a morir sin él». Por ello, Rosa María dice que su trabajo de estos 40 años ha sido intentar remediar esta situación «mínimamente», puesto que «no es sencillo criar sola a 3.000 muchachos». Y expone con rotundidad: «Pero de una cosa sí estoy segura, les he dado lo único que yo tengo: mi vida».

La directora de La Gran Familia cumplirá en agosto 80 años. Después de varias pruebas médicas en un hospital de Jalisco, regresará a Michoacán (México). Sufre de demencia senil y fatigas. La policía ha determinado que nunca estuvo enterada de los abusos sexuales que se cometieron contra los más de 450 niños del albergue, por lo que no será procesada. Sin embargo, seis cuidadores sí han sido arrestados y se les investiga por los abusos y maltratos.