Desalojan la favela-rascacielos más alta de Caracas

AFP

INTERNACIONAL

El edificio, que salió en la serie «Homeland», es famoso por ser un gran centro criminal

23 jul 2014 . Actualizado a las 03:35 h.

Más de 100 familias de las 1.156 que habitan ilegalmente la «Torre de David», el rascacielos-favela más alto de Caracas, empezaron a ser desalojadas este martes por militares y reubicadas en complejos habitacionales erigidos por el gobierno venezolano.

«La primera fase de desalojos afecta a la 160 familias, de las cuales 77 ya han sido reubicadas. Hemos comenzado por los pisos 7, 9 y 28, con el traslado de esas familias de manera voluntaria al urbanismo Ciudad Zamora, en los Valles del Tuy», explicó a la prensa Ernesto Villegas, ministro para la transformación revolucionaria de Caracas.

A media mañana, guiados por efectivos del Ejército, varias decenas de vecinos salieron del recinto con sus pertenencias, en un ambiente de total tranquilidad y se subieron en vehículos estatales para ser trasladados a sus nuevas viviendas.

Humberto Hidalgo, quien vive en el piso 7 de la torre desde hace seis años con su esposa y 10 hijos, observa angustiado cómo sus vecinos abandonan el edificio. Este hombre de 56 años, que antes dormía en la calle, sabe que también será desalojado, pero aún no conoce la fecha ni el lugar de su nuevo hogar. «Todavía no sabemos a dónde vamos ni hasta cuándo nos quedaremos aquí», dice con voz quebrada por el llanto. «Pero sé que nuestro presidente nos va a dar una casa digna», continúa.

Según Villegas, «no se trata de un desalojo», sino de una operación «armónica con la comunidad», que supone el traslado a urbanismos de la Misión Vivienda, programa gubernamental para dotar de casas a personas de escasos recursos.

Siete años después de la invasión masiva de este edificio por personas sin vivienda tras distintas tragedias, Villegas asegura que la estructura «no guarda las condiciones mínimas para una vida segura».

Adiós al «gran centro financiero»

La «Torre de David» no estaba destinado a ser la casa de nadie. En 1990, el banquero David Brillembourg, su creador, la imaginó como el gran centro financiero venezolano, a la altura del gigante Wall Street. Con su muerte en 1993, la construcción del edificio -ya avanzada en un 60%- en el centro de Caracas, se detuvo.

Para 2007 y a la vista del gobierno chavista, ocupantes ilegales tomaron la edificación -con tres torres de 45, 20 y 10 pisos- y convirtieron las oficinas del lugar en apartamentos que albergan en algunos casos a familias numerosas en estrechos espacios de unos 25 metros cuadrados (1.156 familias, según cifras oficiales, equivalentes a unas 3.000 personas).

Aunque afirman que la comunidad mantiene en buen estado el edificio con la organización de tareas de limpieza y restauración constantes, hay cosas con las que no pueden lidiar y que ponen en evidencia una obra arquitectónica inacabada: la falta de agua potable, la bocanada negra de sus escaleras, sin iluminación ni baranda, pero que sus habitantes suben y bajan de memoria, así como los saltos al vacío que deja la falta de ventanas al exterior de algunos pisos.

La singularidad de la «Torre de David» y su fama de ser un centro criminal la ha convertido en escenario de series televisivas como «Homeland», pero para los venezolanos es «zona roja» y símbolo de la invasión tolerada por el gobierno chavista.

Hoy se rumorea que su desalojo se debe al cierre de un nuevo negocio del presidente Nicolás Maduro con los China, sus socios comerciales predilectos.