La ONU califica la situación de la Franja como desastre humano
22 jul 2014 . Actualizado a las 09:28 h.Del millón y medio de habitantes que viven en la Franja de Gaza, un millón dos cientos mil son refugiados y descendientes de refugiados que escaparon de la guerra con Israel en 1948. Así, una mayoría de los que huyen hoy de la violencia generada por la ofensiva israelí suman a su condición de refugiados la situación de desplazados internos. Errantes en una tierra que tampoco es su tierra, porque Palestina no es un Estado soberano y sufre de nuevo las secuelas de un conflicto que dura décadas.
En total, y después del masivo bombardeo del domingo sobre el este de Gaza, cerca de cien mil personas se protegen en 69 instalaciones que ha habilitado la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), superando todas sus previsiones. La organización ya califica la situación como «desastre humano». Pero esta cifra solo refleja los registrados, porque además otro número desconocido de residentes se han visto obligados también a trasladarse por la estrecha Franja hasta las casas de familiares o conocidos, escapando de la violencia y de las bombas que caen en sus vecindarios.
La respuesta humanitaria necesaria tras 13 días de ofensiva ha llevado a la UNRWA a solicitar apoyo de otras organizaciones internacionales y movilizar ayuda con la colaboración del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Unicef y Acnur. Gracias a su respuesta, se ha evacuado a un grupo de 65 familias gazatíes con pasaporte español, entre las que han viajado 42 menores que permanecerán en Jordania, acogidos por los Mensajeros de la Paz del padre Ángel, hasta que la situación se estabilice. La capital jordana, Amán, también está siendo el centro al que llegan recursos humanitarios en avión, que UNRWA traslada por carretera hasta Gaza.
Desde que empezó la ofensiva terrestre, se ha multiplicado el número de desplazados. A esta huida se ha añadido el masivo éxodo del distrito de Shejaiya, que el domingo sufrió el peor bombardeo, que provocó más de 100 muertos. Las imágenes han mostrado la riada de civiles que escapaban con escasos enseres de sus hogares, incluidas personas impedidas que necesitaban de la ayuda de terceros para moverse hacia lugares más seguros en sus sillas de ruedas.