Malaysia Airlines vuela hacia la quiebra y podría desaparecer este mismo año

La Voz

INTERNACIONAL

OLIVIA HARRIS

La compañía sufre pérdidas millonarias ante la huída masiva de clientes

19 jul 2014 . Actualizado a las 14:48 h.

La compañía Malaysia Airlines afronta la mayor crisis de popularidad sufrida por una aerolínea en la historia. La mala suerte parece haberse cebado con la compañía asiática, y por primera vez en la historia una misma aerolínea sufre dos catástrofes en un mismo año, con un intervalo de apenas cuatro meses entre los dos accidentes.

La desaparición el pasado marzo del avión MH370 que despegó de Kuala Lumpur con destino Pekín, supuso un brusco parón al tímido crecimiento económico que comenzaba a percibir una compañía que llevaba tres años evitando la bancarrota. Pero el reciente siniestro del MH17 en el este de Ucrania significa un mazazo casi definitivo para Malaysia Airlines, cuyo futuro se tambalea ante la desconfianza de sus clientes.

De hecho, la aerolínea solo había registrados dos incidentes mortales desde que se fundó en 1937, y antes de igualar esa cifra en un mismo año, la compañía asiática era una de las más seguras y mejor valoradas del mundo. Su prestigio ayudó a incrementar el alcance de la compañía en cuanto a vuelos internacionales, y su eficiente servicio le reportó numerosos premios internacionales.

Hoy en día su situación es totalmente opuesta, y su cotización en bolsa sigue cayendo en picado, agravando el 40% de pérdidas acumuladas en su valor desde el incidente de marzo con el vuelo MH370. Según Bloomberg -la compañía estadounidense que ofrece noticias y datos sobre finanzas- Malaysia Airlines había cerrado el año 2010 con unos beneficios de 54 millones de euros, y desde entonces sus pérdidas han ascendido a unos 1,000 millones de euros.

Aunque la principal causa de esas pérdidas millonarias vienen a raíz de las catástrofes aéreas de este año, la compañía ya arrastraba problemas económicos desde el año 2011, llegando a terminar el 2013 con unas pérdidas de 236 millones de euros. La principal causa fue la incapacidad de competir en el mercado con las líneas de bajo coste y los vuelos low cost, siendo su principal competidor la aerolínea Air Asia.

La respuesta de Malaysia Airlines fue demasiado arriesgada al endeudarse todavía más, y pesar de sus pérdidas millonarias la empresa decidió invertir más recursos en mejorar su flota, adquiriendo nuevos aviones y aumentando sus prestaciones, algo que no derivó en más beneficios sino en un tímido recorte de la deuda que este fatídico año se ha encargado de desbaratar.

Su mayor problema es la pérdida de clientes, especialmente en China donde la compañía afronta todavía numerosas denuncias y boicots, además de una caída del 60% en su cuota de mercado.

En busca de una solución milagrosa

Lo único que puede evitar la desaparición definitiva de una de las empresas insignia de Malasia es su privatización, ya que el 70% de la compañía pertenece al estado, algo que por otra parte ha evitado su cierre a base de recibir continuas inversiones del gobierno.

Su carácter público es la única baza a favor de la aerolínea, ya que los bancos facilitan los préstamos a las empresas abaladas por un estado, no obstante, el gobierno que preside Najib Razak comienza a plantearse la opción de privatizar Malaysia Airlines en busca de una posible fusión con otra compañía aérea.

Los intentos anteriores del estado por ceder a manos privadas el futuro de la empresa fueron rechazados por los sindicatos, pero la situación crítica de la compañía no permite más licencias por parte de un gobierno que ya no puede permitirse gastar más dinero.

De seguir a flote, el otro gran problema sería el de recuperar a los clientes. Muchos pasajeros de sus últimos vuelos han manifestado como los aviones de Malaysia Airlines están casi vacíos, y mucha gente prefiere pagar más en lugar de subirse en unos aviones que parecen «gafados».

Algunos expertos consideran que la mejor manera de recuperar su clientela sería con ofertas de vuelos a precios «ridículos» para afianzar al público con menos recursos, sin embargo, la empresa no puede permitirse rebajar más sus precios debido a su precaria situación económica, lo que supondría una mayor inversión estatal o la privatización de la empresa.

En lo que coinciden todos los analistas es en que la empresa necesitaría un «milagro» para sobrevivir a sus actuales pérdidas, que superan el millón de euros al día.