La canciller alemana, de visita en China, se refirió al espionaje de la NSA como «un asunto muy grave» y lanzó también un mensaje al gigante asiático por los ciberataques a empresas alemanas
08 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Una delegación del comité de investigación del Bundestag, encargado de esclarecer el escándalo de espionaje de EE. UU. en suelo alemán, viajó ayer a este país tras la detención del agente doble del servicio secreto alemán. Los cinco políticos, representantes de todas las fracciones parlamentarias, se reunirán con miembros del Congreso, senadores y representantes del Departamento de Estado. Un portavoz de la Casa Blanca declaró que EE. UU. trabajará con Alemania para resolver el caso.
Alemania reclamó ayer una «explicación rápida» después de la detención de un miembro de los servicios secretos alemanes acusado de haber vendido 218 documentos a EE. UU. por 25.000 euros. Pese a que estos documentos no contenían información delicada, destaparon de nuevo la caja de los truenos en Alemania, un país que lleva meses intentando esclarecer el escándalo de la NSA.
La canciller Angela Merkel, de visita en China, donde cerró importantes acuerdos comerciales, se mostró ayer muy preocupada. «Se trata, si esto es así, de un asunto muy grave», aseguró al mismo tiempo que enviaba un mensaje al país asiático por los ciberataques que sufren las empresas alemanas desde China: «El espionaje destruye la confianza en el mundo». «Si resultan ser ciertas las acusaciones, será para mí una clara contradicción con lo que yo entiendo por una cooperación de confianza entre servicios y socios», agregó.
«Hay que acabar finalmente con el espionaje de la NSA», dijo por su parte el ministro de Justicia, Heiko Maas. Mientras, en el Ministerio de Interior se encontrarían trabajando ya, según el diario Bild, en una serie de contramedidas, entre las que estarían vigilar las comunicaciones de los servicios secretos estadounidenses en suelo alemán y potenciar el trabajo de los alemanes en EE.UU.
De acuerdo al Bild, el alemán de 31 años fue descubierto el 28 de mayo después de ofrecer documentos al consulado general ruso en Múnich por e-mail. Los servicios secretos alemanes interceptaron el correo electrónico y le contestaron desde un e-mail ruso falso. El agente doble contaba con un ordenador preparado para poder comunicarse con un alto cargo de la CIA desde su casa a través de una aplicación del tiempo. Cada vez que buscaba el tiempo que hacía en Nueva York era direccionado a través de un programa encriptado. Asimismo, tenía un número de contacto en EE.UU. y un funcionario de contacto en la embajada de este país.