La reforma ha despertado los recelos de los países vecinos, China y Corea del Sur, que lo ven como un signo del resurgimiento del militarismo japonés
02 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.La jornada de ayer en Japón terminó siendo histórica. Por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, Tokio podrá acudir en ayuda de un aliado en caso de que sufra un ataque, al autorizar el Gobierno del primer ministro japonés, Shinzo Abe, una reinterpretación de la Constitución vigente que lo impedía. Se trata de un cambio importante de la política de Defensa japonesa vigente desde 1945, que ha despertado los recelos de los países vecinos, China y Corea del Sur, ya que ambos lo ven como un signo de resurgimiento del militarismo japonés. «China urge a Japón a que respete las preocupaciones de sus vecinos por su seguridad y maneje el asunto con prudencia», señaló el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Hong Lei.
Abe sostiene que Tokio usará la fuerza si «existe una clara amenaza existencial para Japón y si el derecho a la vida, libertad y búsqueda de la felicidad son revocadas de manera fundamental», pero quiso dejar claro que no enviarán tropas para operaciones como la invasión de Irak del 2003. «No vamos a recurrir al uso de la fuerza con el objetivo de defender a otros países», dijo el primer ministro tras la reunión del Gabinete.
La medida no ha estado ausente de polémica y cuenta con el rechazo de una parte del electorado nipón, ya que para muchos japoneses se debió haber celebrado un referendo nacional al tratarse de una modificación sustancial de la Constitución. Tanto el lunes como el martes unos diez mil manifestantes se reunieron frente a la oficina del primer ministro, exigiendo su renuncia y portando pancartas con mensajes como: «No quiero ver morir a nuestros hijos y soldados» y «Protejamos la Constitución». Un hombre de unos sesenta años vertió gasolina sobre sí mismo y se prendió fuego el pasado domingo frente a una estación de metro en un acto que conmocionó a muchos compatriotas.
El cambio constitucional es visto por muchos expertos como un claro e importante apoyo a Estados Unidos para su estrategia en Asia, y en especial sobre la península de Corea, ya que además, ambos países revisarán antes de finales de año, y por primera vez en 17 años, susdirectrices para la cooperación en defensa.
Para algunos altos funcionarios, el Gobierno japonés tendrá también muy en cuenta las líneas marítimas del país y si las comunicaciones amenazan los suministros de petróleo, gas o alimentos para la isla, que van desde el golfo pérsico, el océano Índico, el estrecho de Malaca y el mar del Sur deChina.