Republicanos y empresarios piden a Obama que rebaje el embargo a Cuba

Victoria Toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

También destacados militares participan en una iniciativa sin precedentes

20 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Más de cuarenta importantes políticos, militares y empresarios firmaron una carta abierta sin precedentes en la que piden al presidente Obama que atenúe las restricciones de todo tipo que marcan las relaciones de Washington con La Habana. Lo más sorprendente es que entre los firmantes hay importantes republicanos y empresarios cubano-estadounidenses que hasta ahora se habían significado por la posición contraria. Entre los primeros está el que fue jefe de inteligencia y subsecretario de Estado con George Bush, John Negroponte. También firma el almirante retirado y excomandante supremo de la OTAN, James Stavridis.

La carta empieza reconociendo que, debido a la falta de acuerdo político en el Congreso, no es el momento de llevar a cabo estrategias legislativas, lo que puede leerse como que esa es la razón de que los firmantes no pidan el fin del embargo. Y por eso, explican, reclaman a Obama que use su capacidad para firmar medidas ejecutivas que «avancen» en el camino que emprendió poco después de llegar a la Casa Blanca. Entonces, Obama permitió los viajes a la isla de los cubano-estadounidenses y el envío de remesas.

Ahora, estas personalidades piden que la posibilidad de viajar a la isla se amplíe a todos los estadounidenses, que se permita el envío de dinero también a cualquier estadounidense que quiera trabajar con pequeñas empresas cubanas, que se autorice la importación y exportación de bienes o pequeños servicios y que se levanten restricciones a las compañías financieras y a los centros académicos. Las medidas tienen como intención «estimular los pequeños cambios que ya se están produciendo en la isla».

El escrito explica que EE. UU. se está quedando cada vez más aislado en su política hacia la isla, a la que tiene sometida a un embargo desde 1960. Recuerda que las primeras medidas tomadas por Obama en 2009 parecieron marcar un camino hacia la concordia pero que se vio detenido con la condena de Alan Gross en La Habana. Gross es un empresario estadounidense que fue detenido con equipos de comunicación prohibidos en la isla a finales de 2009 y fue sentenciado a quince años de prisión. Esta condena enfrió aquellos primeros signos de distensión.

La carta publicada ayer no obvia el caso Gross sino que pide a Washington que establezca «conversaciones serias» con La Habana para tratar sobre este caso y en general, los derechos humamos.

El escrito, que llega poco después de que la UE decidiese abandonar la política de aislamiento de Cuba derivada de la Posición Común, refleja la nueva actitud de los estadounidenses hacia La Habana. Según la última encuesta del Consejo Atlántico, el 56% de los norteamericanos están a favor de que Washington cambie de política hacia la isla, una cifra que en Florida, donde vive una gran parte de la comunidad cubano estadounidense, se eleva hasta el 63%.