Merkel reúne a 400 jóvenes europeos para recordar la Primera Guerra Mundial

Gemma Casadevall BERLÍN / EFE

INTERNACIONAL

Berlín intenta dar un giro positivo a un centenario que presume incómodo

08 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La canciller alemana, Angela Merkel, ensalzó ayer el «regalo de la Europa en paz y unida» ante centenares de jóvenes europeos, en un acto en memoria del inicio de la Primera Guerra Mundial que inevitablemente recaló en Ucrania. «Costó décadas superar la división dejada, en Alemania y Europa, por las dos guerras mundiales, primero, y la Guerra Fría, después», recordó Merkel en la apertura del History Campus, en el teatro Maxim Gorki de Berlín. Hoy «nos encontramos ante la amarga realidad de una paz amenazada entre nuestros directos vecinos», añadió, en relación a la crisis entre Rusia y Ucrania.

El estallido de la Primera Guerra Mundial, «el origen de la catástrofe que se abatió sobre Europa y el mundo» en 1914, puso de relieve el «fracaso de la diplomacia», según Merkel. Ahora hay que demostrar que «se aprendieron las lecciones» de entonces, dijo, para insistir en su convicción de que se logrará dar con una «solución diplomática» a la crisis.

El auditorio de Merkel en el Maxim Gorki estaba integrado por unos 440 jóvenes llegados de 40 países para participar en el acto central del centenario de la Primera Guerra Mundial. «A ustedes les corresponde escribir la siguiente página de la Historia», siguió, tras recordarse a sí misma, con 35 años, cuando vivió la caída del Muro berlinés que precipitó el fin de la división europea. «De eso hará ahora 25 años. Muchos de ustedes no habían nacido», dijo.

Merkel se ganó el aplauso de los jóvenes en el Maxim Gorki, un teatro emplazado en lo que fue el sector este de Berlín, junto a la espléndida avenida Unter den Linden, y que ya en esos tiempos se preció de ofrecer obras críticas pese a la censura comunista. El acto fue una de las pocas conmemoraciones institucionales en Alemania en el centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial, de la que el país salió vencido, humillado y empobrecido por las enormes reparaciones a que quedó obligado, lo que actuó de caldo de cultivo para generar el gran monstruo del nazismo.

La lejanía de la llamada Gran Guerra facilitó que el aniversario haya quedado opacado frente a los actos que se prevén para los 75 años del arranque de la Segunda Guerra (el 1 de septiembre de 1939, con la invasión de Polonia) y los 25 de la caída del Muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989. Pese a ello, el History Campus reunirá hasta el 11 de mayo a esos jóvenes de toda Europa, con el propósito de refrescar la memoria sobre la primera gran guerra «industrializada», en que la maquinaria bélica y la tecnología multiplicaron el horror de toda contienda.

El ciclo trazará un hilo conductor entre ese 1914 y el presente 2014, con un programa amplio que incluye conciertos, espectáculos, exposiciones y seminarios. Berlín intenta dar así la vuelta a un centenario, que se temía incómodo y que se convierte en convocatoria abierta a los rostros de la Europa joven, principalmente procedentes de la propia Alemania, del este del continente, pero también del sur.