El decano de la prensa venezolana se declara en emergencia por la falta de papel

Pedro García Otero CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Las reservas solo le permitirán una publicación mínima, de 16 páginas diarias, durante un máximo de dos semanas

06 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Venezuela vive «la situación más crítica de su historia» en relación con la libertad de prensa, según un comunicado del Colegio Nacional de Periodistas emitido el sábado. En lo que va de año, 190 periodistas han sido víctimas de agresiones de tipo político, sin que las autoridades hayan iniciado investigación alguna al respecto. Pero lo más grave es la falta de papel para los periódicos, lo que según este órgano colegiado forma parte de «una política del Estado para silenciar a la prensa».

El Universal, el decano de la prensa venezolana de los de distribución nacional, con 105 años de historia, se vio obligado ayer a anunciar que su estado era de «emergencia» por la escasez de papel. Las reservas solo le permitirán una publicación mínima, de 16 páginas diarias, durante un máximo de dos semanas.

El periódico, el más influyente del país, sigue la estela de El Nacional y otros diarios que redujeron paginación en medio de la crisis motivada porque el Gobierno no autoriza las divisas que los diarios necesitan para importar el papel, cuyo monto asciende, según el Bloque de Prensa Venezolano, a unos 60 millones de euros.

A El Universal, además, se le está retrasando la entrega de un cargamento que ya está en el puerto de La Guaira y que le daría un respiro. «El lote de bobinas se encuentra desde enero en un estado legal conocido como in-bond, que es un régimen especial transitorio que culmina con la aprobación de divisas, lo que abre la posibilidad de nacionalizar la carga como siguiente paso», señala en un editorial el diario.

Favoritismo a los oficialistas

A El Nacional y El Impulso (este, un periódico local, el más antiguo de Venezuela con 114 años) les prestó dos cargamentos de papel la Asociación de Diarios de Colombia (Andiarios) que han aliviado un poco su situación. Pero tanto Miguel Henrique Otero como Carlos Carmona, editores de estos rotativos, señalan que no es suficiente para regularizar su situación.

Hasta enero, habían cerrado en Venezuela nueve diarios regionales por falta de papel y, aunque el Gobierno ha hecho varias ofertas, como importar el papel directamente y distribuirlo, esto solo ha beneficiado a los periódicos que bailan en la cuerda del Ejecutivo. El Universal y El Nacional, los más críticos con la gestión de Maduro, están, además, sometidos a una campaña de rumores que agita el fantasma de su venta a empresarios ligados al Gobierno. Por esta situación ya pasó Últimas Noticias, el otro gran diario del país, que fue vendido a un capital que aún no fue oficialmente acreditado.