Obama y Merkel negocian hoy cómo frenar el avance de Putin en Ucrania

victoria toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Activistas prorrusos celebran la ocupación de la sede de la fiscalía en Donetsk.
Activistas prorrusos celebran la ocupación de la sede de la fiscalía en Donetsk. A. KHUDOTEPLY< / span> afp< / span>

Discuten un frente común que conjure las diferencias que han exhibido hasta ahora

02 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

No va a ser un encuentro fácil. La reunión de hoy entre el presidente Barack Obama y la canciller Angela Merkel viene precedida por un año de gran tensión entre ambos países, fundamentalmente a causa del espionaje de la NSA. Pero tanto Berlín como Washington se han esforzado por enviar una imagen de cordialidad. Los dos líderes son conscientes de que el encuentro es determinante para el futuro de la crisis de Ucrania.

Lejos está la visita hace tres años de la alemana a Washington con cena de gala incluida. En esta ocasión se trata tan solo de una reunión de trabajo aunque los medios estadounidenses destacan que las cuatro horas que la canciller pasará en la Casa Blanca dejan clara la importancia que da Obama a la cita. Los dos dirigentes tienen que decidir las próximas medidas que adoptarán hacia Rusia. Según han adelantado funcionarios de ambos gobiernos, Merkel y Obama escenificarán su unidad frente a Putin.

Pero la realidad es que esa unidad no es muy estrecha. EE.UU. ha tratado de poner en marcha represalias más duras contra Moscú pero ha encontrado siempre la oposición de Alemania, que aspira a desescalar el conflicto. Las reticencias germanas que, además han marcado la dirección de la UE, están provocadas por los importantes lazos comerciales entre Alemania y Rusia, especialmente clara en la dependencia del gas ruso. Pero a la vez, Merkel mantiene abiertas las líneas de comunicación con Putin de manera mucho más efectiva que Obama. Y esto es lo que quiere aprovechar Washington que, hasta el momento, ha defendido una salida diplomática que parece blanda a muchos norteamericanos..

Los dos presidentes van a discutir cómo pueden presionar a Putin sin dañar la economía europea en un momento en que los activistas prorrusos extienden su sublevación por el sureste ucraniano y se hacen con el control de una ciudad tras otra, de una forma muy parecida a como hicieron en Crimea.

Pero, además de la crisis de Ucrania, Obama y Merkel tienen otros asuntos en cartera. Para empezar el del espionaje, móvil de la canciller incluido. Este asunto lleva un año entorpeciendo la relación entre los dos gobiernos pero parece que el gran pragmatismo de la alemana lo va a mantener en un segundo plano. Y es que Washington ha dejado claro que no firmará, como pretendía Alemania, un acuerdo de no espionaje mutuo con Berlín. También está pendiente la discusión sobre el tratado de libre comercio entre EE.UU. y la UE, una idea de la propia Merkel que sufrió un parón con la polémica de las escuchas pero que la canciller quiere impulsar nuevamente.

Obama y Merkel están, por lo tanto, obligados a entenderse pero eso no quiere decir que vaya a ser fácil. Una muestra de que la abierta cordialidad entre los dos dirigentes es algo del pasado es la elección del único acto público de Merkel en Washington. La canciller hará esta tarde, tras su visita a la Casa Blanca, un discurso ante la Cámara de Comercio, una de las organizaciones que más apoyo presta al partido Republicano y que más crítica se ha mostrado con la presidencia de Obama.