Los embajadores ante la UE barajarán medidas restrictivas, como la prohibición de viajar a territorio comunitario o la congelación de activos
26 abr 2014 . Actualizado a las 17:18 h.Los embajadores de los Veintiocho ante la Unión Europea (UE) se reunirán el próximo lunes en Bruselas para abordar la imposición de nuevas sanciones a Rusia por mantener su apoyo a las milicias sublevadas en el este de Ucrania.
«Espero un encuentro del Coreper (Comité de Representantes Permanentes) este lunes para aportar más claridad» tras el acuerdo alcanzado por los países que integran el G7 de para actuar urgentemente e intensificar las sanciones a Rusia, dijo este sábado la portavoz de Exteriores del Consejo de la UE, Susanne Kiefer.
Otras fuentes comunitarias señalaron que el Coreper se reunirá «con vistas a adoptar una lista adicional de sanciones dentro de la segunda etapa» de medidas emprendidas por los Veintiocho contra Moscú debido a su actitud en la crisis ucraniana.
En concreto, las medidas que se barajarán para su adopción son de tipo restrictivo, como la prohibición de viajar a territorio comunitario o la congelación de activos, indicaron las fuentes.
«De acuerdo con el comunicado del G7 publicado este viernes, trabajaremos para tener todo adoptado antes de finales del día», aseguraron las citadas fuentes.
Para ello, será necesario celebrar el encuentro de embajadores y, posteriormente, iniciar un procedimiento escrito para adoptar la decisión del Consejo, dado que en principio no se espera que los ministros de Exteriores de los Veintiocho se desplacen hasta Bruselas, según confirmaron a Efe fuentes comunitarias.
El G7 -integrado por Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Italia, Alemania, Canadá y Japón- anunciaron hoy su compromiso para «actuar urgentemente e intensificar las sanciones y otras medidas que incrementen los costes de las acciones rusas».
De este modo, actuarán de forma coordinada, pero cada socio decidirá las sanciones que impondrá a Moscú de manera independiente.
Esta decisión llega después de que tanto Estados Unidos y la Unión Europea, como la propia Ucrania, hayan reiterado públicamente en numerosas ocasiones que Rusia no estaba cumpliendo con el acuerdo sellado el 17 de abril en Ginebra para poner fin a la escalada de tensión.
Entonces, se pactó disolver las milicias irregulares prorrusas que se han sublevado contra el Gobierno ucraniano a cambio de promesas de amnistía y más autonomía para las regiones rusohablantes del este de Ucrania.