Ucrania acusa a Putin de querer iniciar la tercera guerra mundial

Redacción / la Voz

INTERNACIONAL

IGOR KOVALENKO

Kiev asedia Slaviansk, pese a que las tropas rusas están ya a un kilómetro de la frontera

26 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El riesgo de una guerra civil se palpa en Ucrania. El Ejército de Kiev siguió ayer adelante con su ofensiva para acabar con la sublevación separatista en la zona rusohablante, pese a la amenaza de invasión de Rusia. El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, acusó ayer a Moscú de buscar una tercera guerra mundial y pidió a la comunidad internacional cerrar filas para evitarlo. «Los intentos de la agresión rusa en Ucrania llevarán a un conflicto militar en el resto de Europa», previno Yatseniuk. «El mundo aún no ha olvidado la Segunda Guerra Mundial, pero Rusia ya quiere iniciar la tercera», lamentó.

La guerra de palabras cohabitaba ayer con el silbido de las balas en la zona en conflicto. Rusia acusó a Occidente de querer «apoderarse» de Ucrania, mientras Kiev advertía que considerará cualquier incursión rusa en su territorio como una invasión.

Seis exrepúblicas soviéticas (Azerbaiyán, Georgia, Moldavia, Bielorrusia, Ucrania y Armenia) firmaron ayer un texto en Praga que recomienda a Rusia retirar sus tropas de la frontera como «gesto de paz».

Buscando intimidar al mando del Ejército ucraniano, el ministro de Defensa ruso, Mijaíl Koval, informó de que las tropas rusas que participan en unas maniobras están ya a un kilómetro de la frontera y la fuerza aérea había realizado vuelos de reconocimiento. También aseguró que las fuerzas ucranianas «están preparadas para repeler cualquier agresión».

Pese a la escalada verbal y a la amenaza rusa, Ucrania inició la segunda fase de la que denomina «operación antiterrorista» en Slaviansk. Soldados y tanques sitian desde ayer la ciudad, pero se descarta un asalto para evitar víctimas entre sus 120.000 habitantes. «Somos conscientes de que podría haber muchas víctimas», explicó a los corresponsales el general Vasili Krútov, que dirige la ofensiva ucraniana. No habrá asalto, ya que «los terroristas se esconden detrás de la población civil», agregó.

«No entregaremos la ciudad»

«No entregaremos la ciudad», respondió a AFP el autoproclamado alcalde de Slaviansk, Viatcheslav Ponomarev. «Tratan de exterminarnos. Pero aún tenemos agua y alimento», dijo a DPA, por su parte, un portavoz separatista. Los cajeros automáticos están bloqueados y ya no es posible transferir dinero.

Siete observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) están retenidos por separatistas en Slaviansk. Unos milicianos detuvieron el autobús en el que viajaban con cinco militares ucranianos y un chófer, y fueron todos trasladados a la sede de la Agencia de Seguridad Estatal (SBU). El alcalde aseguró a Reuters que entre los observadores hay un «espía» enviado por Kiev.

El grupo secuestrado está compuesto por tres militares alemanes, un traductor de esta nacionalidad y observadores militares de la República Checa, Suecia, Polonia, y Dinamarca, según ha explicado el Ministerio de Defensa alemán.

Actualmente hay entre 130 y 140 expertos de la OSCE en la zona de crisis.

Los milicianos prorrusos retienen a siete observadores de la OSCE