Un ausente Buteflika busca su cuarta reelección en Argelia

a. Haase argel / dpa

INTERNACIONAL

El presidente es favorito pese a no haber participado casi en la campaña

17 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El presidente ya no se dirige a su pueblo. Aun así, es omnipresente. Abdelaziz Buteflika mira a la gente desde los carteles en la capital de Argelia. En las tiendas cuelgan de las paredes retratos enmarcados y incluso en muchos coches se ven pegatinas con su rostro Estado.

Buteflika, de 77 años, aspira a ser elegido hoy por cuarta vez como jefe de Estado del país norteafricano, rico en gas y petróleo. Sin embargo, desde que sufrió un ictus en la primavera del 2013, su salud está tan quebrada que no ha asistido a ningún gran acto público. ¿Cómo puede presentarse a las elecciones un hombre que ni siquiera puede ya pronunciar discursos? Para esta pregunta hay en Argelia dos respuestas. Sus seguidores mencionan que el presidente ha impulsado el desarrollo tras la sangrienta guerra civil de los 90 y que garantiza la estabilidad y la seguridad. Para estos logros no necesita grandes discursos, dicen.

Los detractores sostienen que Buteflika solo se mantiene en el poder con el apoyo de un sistema igual de corrupto que turbio. Muchos están convencidos de que este político, en el pasado tan elocuente, no es más que un títere del poderoso servicio secreto y del Ejército. Los críticos más duros llaman el aparato estatal argelino simplemente «la mafia».

En lo que sí están de acuerdo casi todos es en que la victoria de Buteflika es muy probable, sea gracias a su «enorme popularidad», sea a causa de un «sofisticado sistema de fraude electoral». «Ese va a seguir hasta la muerte», dice Budiaf Sid-Ali, de la Liga de Derechos Humanos de Argelia.

Incluso los detractores comparten esta opinión, pues se considera poco probable un levantamiento contra el sistema. Tras la guerra civil, en la que murieron unas 150.000 personas, «¡Nunca más violencia!» es el lema que rige en Argelia.

Cuando, tras las de Túnez, Egipto y Libia también se desataron protestas en Argelia, al Gobierno le bastaron un par de concesiones para calmar la situación: levantar el estado de excepción y rebajar el precio del azúcar y el aceite.

Los opositores

Los cinco contrincantes de Buteflika, entre ellos el ex primer ministro Alí Benflis, de 69 años, solo pueden esperar una gran sorpresa. Los rivales de Buteflika prometen más democracia y un mejor uso de los ingresos por las exportaciones de materias primas. Sin embargo, apenas contaron con estructura para llevar su campaña a todo el país.

Una coalición de cinco partidos opositores, entre ellos el islamista Movimiento por la Sociedad y la Paz, centraron la campaña en boicotear las elecciones, porque consideran que el presidente «pone bajo cerrojo» los comicios.