Última hora:
La gallega Jéssica Bouzas gana a Paula Badosa y avanza en el Másters de Madrid

Merkel pide a la UE que no reaccione con precipitación ante el referendo suizo

úrsula moreno BERLÍN / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Merkel atiende al presidente suizo tras entrevistarse con él en Berlín.
Merkel atiende al presidente suizo tras entrevistarse con él en Berlín. Thomas Peter< / span> reuters < / span>

Intenta enfriar la crisis recibiendo al presidente del país helvético

19 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La canciller alemana, que recibió ayer al presidente suizo Didier Burkhalter, en Berlín, advirtió a la Unión Europea que no incurra en «reacciones precipitadas» contra el país helvético tras el referendo del pasado 9 de febrero. Angela Merkel abogó por no «romper antes de tiempo» los contactos entre la Unión y Suiza, donde una mayoría aprobó restringir la inmigración comunitaria. Dijo lamentar el voto suizo, pero también respetarlo. «Ahora, como tantas veces hago, propongo ir paso a paso», de modo que la UE y Suiza puedan permanecer fiel a sus principios, explicó la canciller.

Fiel a su pragmatismo protestante y a su propio método, Merkel habló de la búsqueda de soluciones «juiciosas» durante los tres próximos años, el periodo de transición hasta que entre en vigor la nueva regulación migratoria en Suiza. Entre tanto, Alemania y Suiza profundizarán sus relaciones, anunciaron ambos mandatarios. Burkhalter destacó el intercambio comercial entre ambos países, que asciende a 75.000 millones de euros, y aludió también al «intercambio humano», ya que en Suiza trabajan un total de 350.000 alemanes.

Merkel declaró que Europa «observará» los pasos legales del Gobierno suizo, ya que no aceptará recortes en los acuerdos de libre circulación de personas. Pero eso no significa restringir otros acuerdos vigentes entre Suiza y Bruselas, sobre todo durante los próximos tres años. O la búsqueda de un contrato energético entre países vecinos.

La Comisión Europea tomó las primeras represalias como respuesta al referendo y anunció que congelará algunos programas de cooperación científica y educativa con este país.

Plato fuerte

Para la canciller, el encuentro con el mandatario suizo era el plato ligero del día. Por la tarde tocaba el plato fuerte: una reunión de crisis con sus socios de coalición a puerta cerrada. Durante el día ya dejó claro que espera que la crisis de confianza que se ha abierto en el Gobierno se solvente cuanto antes: «Tenemos que poner toda nuestra energía en el esclarecimiento de este asunto», dijo aludiendo al escándalo de consumo de material pornográfico de un diputado socialdemócrata que le acabó costando el puesto al ministro de Agricultura, de la bancada conservadora, que durante la pasada legislatura dirigía la cartera de Interior.

«Servimos al estado de derecho», apuntó Merkel emplazando al jefe del grupo parlamentario socialdemócrata, Thomas Oppermann, a que explique con pelos y señales ante la comisión de Interior qué dijo a quién y cuándo lo hizo. Oppermann fue uno de los que recibió la información proporcionada por el entonces ministro, Hans-Peter Friedrich, según la cual el diputado Sebastian Edathy estaba en el punto de mira de la justicia. Así lo reveló él mismo la semana pasada, obligando prácticamente al ministro a dimitir por romper el secreto procesal al que estaba obligado. Edathy se encuentra ahora en paradero desconocido, aunque a distancia ha defendido su inocencia ante varios rotativos: compró fotos y vídeos a una empresa canadiense hace años, como sostiene la fiscalía, pero no cometió ningún delito.

El encuentro previsto para anoche pretendía restablecer la confianza en el interior del tripartito, que hace días que vive un cruce de acusaciones entre sus miembros.