Cuba privatiza los servicios de taxis

La Habana / AFP

INTERNACIONAL

El Estado alquilará los vehículos a los taxistas, que pagarán impuestos

09 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El gobierno de Cuba decidió reconvertir a los empleados de las empresas estatales de taxis en trabajadores privados, con el fin de mejorar la calidad de un servicio ineficiente durante décadas y reducir la abultada planilla estatal.

«La decisión de generalizar esta forma de gestión», que comenzó en el 2010 como plan piloto en una empresa de taxis de La Habana, busca «solucionar un conjunto de dificultades» en estos servicios, señaló el diario oficial Granma. El diario del Partido Comunista resalta entre esos problemas «irregularidades en el servicio, apropiación de la recaudación, plantillas sobredimensionadas» y «un parque de vehículos envejecido».

El programa prevé que los empleados de las empresas involucradas se organicen en cooperativas, modalidad que Raúl Castro ha privilegiado en sus reformas económicas. El Estado alquilará los autos a los taxistas. Granma aclaró que la experiencia se extenderá gradualmente este año a todas las empresas estatales de taxi que cobran en «divisas» (peso cubano convertible, que equivale a un dólar).

En Cuba también existen empresas de taxis que cobran en pesos cubanos (que seguirán en manos del Estado) y taxis privados, generalmente viejos autos estadounidenses de los años 40 y 50, llamados «almendrones».

Una responsable del Ministerio del Transporte, Débora Canela, explicó al diario que las tres cooperativas creadas hasta ahora «han logrado incrementar sustancialmente la productividad», y que «se constituirán en total 20 agencias» (cooperativas) de taxis.

«Se creará la empresa (estatal) Taxis-Cuba», que organizará y supervisará el nuevo sistema, añadió Canela, quien señaló que a las nuevas cooperativas se podrán incorporar «personas propietarias de vehículos» que «cumplan los requisitos técnicos y de confort establecidos». Explicó que mediante un contrato, el Estado arrendará los autos a los taxistas. Estos serán trabajadores por «cuenta propia» y, en consecuencia, deberán asumir «los gastos de mantenimiento, el pago del combustible, y parte de la reparación del vehículo». Además, pagarán impuestos «en dependencia de sus ingresos».