Cortes de luz e inflación amargan las Navidades a los argentinos

Agustín Bottinelli BUENOS AIRES / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

La presidenta no da explicaciones y sus ministros se contradicen

24 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Una Navidad y un Fin de Año a oscuras, con miedo a los saqueos y al aumento exagerado de precios, es lo que vivirán los argentinos, que una vez más padecen el fracaso de una política energética subsidiada y la realidad de una inflación que este año superará el 30 %.

El termómetro marca en Buenos Aires 40 grados, temperatura que se mantendrá durante más de diez días. Los cortes en el suministro de electricidad se suceden en barrios que llevan más de diez días sin luz. No funcionan los ascensores, no hay agua y la gente ha perdido la comida que almacenaba en la nevera. Los vecinos cortan las calles con barricadas improvisadas y reclama una solución inmediata golpeando cacerolas.

Con Cristina Fernández cada vez menos protagonista, sus ministros caen en contradicciones a la hora de explicar lo que está sucediendo con la energía. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, culpa a las dos empresas suministradoras, Edenor y Edesur, de no haber invertido en los últimos años y las amenazó con multarlas y hasta con nacionalizarlas, como ya pasó con Aerolíneas Argentinas y con YPF.

El ministro de Producción, Julio de Vido, asegura que con los subsidios las compañías pudieron haber mejorado las redes de distribución. Ambas empresas contestaron que las tarifas son «ridículas» y que la energía que el Estado les da no es suficiente en las horas de mayor demanda. Los argentinos son los sudamericanos que más barata pagan la electricidad. Un apartamento de dos dormitorios en la zona céntrica abona solo 7 euros cada dos meses sin importar lo que consuma.

El otro miedo, el de los saqueos a comercios y los robos a casas particulares, ha llevado a los vecinos a hacer rondas armados en sus barrios. Y los supermercados tienen protección policial y guardias jurados.

Para frenar los efectos de la inflación, el Gobierno acaba de acordar la congelación de los de unos 170 productos para todo el 2014. Es el segundo intento en este sentido: el primero se hizo a partir de marzo de este año, pero fracasó. Entre una cosa y otra muchos argentinos no podrán alzar su copa para desearse un feliz año nuevo.