El contingente se suma a los 600 soldados que ya se encontraban en el país, procedentes de Libreville y Camerún
08 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El presidente francés, François Hollande, anunció el despliegue ayer de 1.000 soldados franceses en la República Centroafricana para detener las masacres entre partidarios del exmandatario François Bozizé, los Anti-Balaka, y de su sustituto, Michel Djotodia, los Séléka. El contingente se suma a los 600 soldados que ya se encontraban en el país, procedentes de Libreville (Gabón) y Camerún, desde que le jueves se iniciaron las matanzas, que ya provocaron más 300 muertos. También la Unión Africana, se comprometió a aumentar el número de efectivos hasta 6.000.
Hollande afirmó, al término de la cumbre franco-africana celebrada en París, que los efectivos permanecerán «tanto tiempo como sea necesario», junto a los 2.200 soldados de la misión internacional africana (Misca), para poner coto a las masacres y, en una segunda fase, «desarmar a todas las milicias y a todos los grupos que aterrorizan a la población». En una tercera fase de la misión de paz, se devolverá a las autoridades el control del territorio y se facilitará que asuman la protección de la población. Por último, se deberán celebrar elecciones «libres y pluralistas», como en Mali, aunque en la República Centroafricana «no se trata de luchar contra el terrorismo», sino de una «operación humanitaria».
Francia se comprometió a formar a los soldados de una futura fuerza de reacción rápida constituida por africanos que libere a los galos de estas operaciones. Esta fue la principal decisión de la cumbre que finalizó ayer en París, con el objetivo de que el dispositivo esté listo en el 2015.
Situación crítica
Los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) que trabajan en el Hospital Comunitario de Bangui atendieron estos días a más de 190 personas heridas de bala o por machetes. Aunque el hospital está saturado, MSF abrió un segundo quirófano y levantó tiendas para atender a los refugiados que se concentran en el aeropuerto o en centros de culto tras huir de sus hogares.