La CIA también espía las transacciones de dinero mundiales

Victoria Toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Las operaciones son legales al estar amparadas por la Ley Patriótica

16 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Por si era poco enterarse de que las agencias de espionaje estadounidenses recopilan cientos de millones de datos sobre comunicaciones por teléfono e Internet ahora se sabe que también espían las transacciones económicas internacionales. Y no solo eso. Los diarios The New York Times y The Wall Street Journal publicaban ayer en sus webs que la CIA espía información sobre transacciones económicas internacionales para detectar movimientos de dinero relacionados con el terrorismo.

Pero el primero de ellos asegura además que hay más programas en EE.UU. que recogen información privada de los ciudadanos de todo el mundo «que aún no se conocen». Así que todo indica que el goteo continuo sobre las actividades de espionaje de Washington va a continuar.

En el último, por ahora, capítulo de esta historia que comenzó con la huida de Edward Snowden a Honk Kong en mayo y la posterior filtración de cientos de documentos secretos sobre los programas de espionaje, la protagonista es la CIA. La agencia de inteligencia estaría recopilando datos de transferencias de dinero en el extranjero, aunque esas operaciones también pueden implicar a estadounidenses. Lo que recoge son los nombres de las personas que realizan la operación, el monto, el lugar dónde se hace y al que se envía y, al parecer, muchos otros datos personales como número de teléfono, dirección, fecha de nacimiento, etc.

Western Union

Para acceder a esa información, la CIA se vale de las empresas que se dedican a realizar transferencias económicas entre particulares, en concreto los dos periódicos citan a una de las más importantes, la estadounidense Western Union. Estas operaciones de la CIA son legales, ya que están cubiertas por la Ley Patriótica que se aprobó en EE.UU. tras los atentados del 11 de septiembre y cuentan con la supervisión del Tribunal de Vigilancia Extranjera. Pero que sean legales no significa que no hayan provocado, una vez más, la alarma entre la mayoría de los estadounidenses.