Sudamérica pierde el interés por la cumbre iberoamericana

Redacción / La Voz

INTERNACIONAL

Ocho presidentes excusan su asistencia a la reunión de Panamá

19 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Lejos de conseguir la revitalización que pretendía, la reunión de la Cumbre Iberoamericana que se abrió ayer en Panamá supuso un paso más en el proceso de pérdida de importancia y de interés de este foro. La característica principal de la reunión fue el elevado número de ausencias, justificadas en el caso del Rey y de la presidenta argentina, Cristina Fernández, que se recuperan de sendas operaciones. No se puede decir lo mismo en los demás casos.

Los últimos en cancelar su asistencia fueron los mandatarios de Bolivia, Evo Morales, y de Guatemala, Otto Pérez Molina, que argumentaron motivos de agenda interna. Con anterioridad, se habían excusado los presidentes de Brasil, Dilma Rousseff; Venezuela, Nicolás Maduro; Chile, Sebastián Piñera; Ecuador, Rafael Correa; Uruguay, José Mujica; y Cuba, Raúl Castro. «Los que no vinieron tendrán sus motivos, sus razones. Nicolás Maduro, no sé, pregúntenle a él», intentó disculpar el fracaso de convocatoria el anfitrión de la reunión, el presidente de Panamá Ricardo Martinelli.

Los líderes iberoamericanos están llamados a renovar este foro, que pasará a reunirse una vez cada dos años. Desde la I Cumbre de Guadalajara en 1991, en Latinoamérica han surgido diversos procesos de integración con sus respectivos sistemas de cumbres, que hacen coincidir a los líderes de la región varias veces al año. Entre estos encuentros, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) reúne a los jefes de Estado y de Gobierno con la UE cada dos años. Ante esta multitud de reuniones, los líderes iberoamericanos quieren alternar las cumbres iberoamericanas, hasta ahora con periodicidad anual, con las cumbres UE-CELAC, de manera que las primeras se celebren en años pares y las segundas, los impares, informaron a Europa Press fuentes del Ejeutivo español.

Mensaje a las empresas

Aparentemente ajeno a los ausentes, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, acudió a Panamá, donde sacó pecho por el efecto positivo que empiezan a dar las medidas económicas que puso en marcha y donde ofreció la experiencia de España en la UE para alentar los procesos de integración que están en marcha en el cono sur.

Según el enviado especial de Colpisa, Ander Azpíroz, el jefe del Ejecutivo intervino en un foro que contó con la presencia de los responsables de las empresas más importantes a ambos lados del Atlántico. América Latina sigue siendo el principal foco de la inversión española en el exterior, la segunda mayor que registra este área tan solo por detrás de EE.UU. El Gobierno, tal y como ha venido repitiendo el último año, quiere ahora que este flujo circule a ambos lados del Atlántico con el fin de favorecer una mayor presencia de las empresas sudamericanas en España, objetivo en el que Rajoy volvió a incidir. Aseguró que «España es europea y mediterránea, pero también sabe los lugares donde debe estar en el mundo; y uno de esos lugares es Iberoamérica».