«Putin alimenta la homofobia»

sona nakhshon / R.P. REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Europa se ha movilizado contra la ley antigay.
Europa se ha movilizado contra la ley antigay. FLORIAN SCHUH < / span>efe< / span>

El activista Vitus Media agradece apoyos como el de Obama, pero no cree que el Kremlin rectifique la ofensiva antigay

07 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

«Es vergonzoso que el país que supuestamente venció el fascismo ahora tome el mismo camino», declaró a La Voz desde Moscú Vitus Media, secretario de la red de lesbianas y gais rusa (LGBT Russia). Aprovechando la cumbre del G20, militantes de derechos de los homosexuales lanzaron la campaña de presión al Kremlin Keep hope alive (mantener viva la esperanza), en respuesta al acoso y las agresiones a ese colectivo, a la que se ha adherido Barack Obama, que anoche se reunió con ctivistas en San Petersburgo.

Pese a que el apoyo internacional es un factor positivo, Vitus Media cree que no es suficiente para que se produzca un «cambio de raíz» con respecto al trato vejatorio que se le da a los gais en Rusia. Tras recordar que son habituales los encuentros con representantes de otros países, apunta que, en última instancia, es el propio Gobierno ruso quien tiene la responsabilidad de propulsar un cambio. En cuanto a las últimas declaraciones Vladimir Putin, en las que aseguró que estaba dispuesto a mantener un diálogo con los homosexuales, Media se muestra escéptico, ya que «no es la primera vez que el presidente sugiere este tipo de encuentros, pero hasta ahora nunca se han llevado a cabo».

Desde la vuelta de Putin al Kremlin en el 2012 se han introducido progresivamente normas que buscan excluir a las minorías y en especial a los homosexuales y a los inmigrantes.

En opinión de Media, «el Gobierno de Putin alimenta la homofobia», en un país donde esta ya está muy latente. «Se hacen incluso estadísticas de crímenes perpetrados por homosexuales», cuenta. «Todas estas medidas discriminatorias solo buscan subir la popularidad del Gobierno entre la población rusa», añade.

La medida más criticada es la ley contra la propaganda homosexual entre los menores de edad, aprobada en junio. Lo que se entienda por «propaganda» es algo que queda en el aire debido a la redacción ambigua de la ley. Cuando se le preguntó a uno de los diputados a que se refiere con ese término contestó: «Quién quiera que lo entienda».

El secretario de LGBT Russia señala que «no es la prohibición en sí lo más preocupante», si no la sistematización de la discriminación bajo el amparo de leyes que vienen de «arriba» y que alienta «desde la ignorancia de la gente» el odio al homosexual. No es casualidad que en Rusia hubiera marchas masivas a favor de la ley y que cuando esta entró en vigor las únicas protestas estuvieron encabezadas por gais y lesbianas, a diferencia de otros países, donde el colectivo contó con el apoyo de gran parte de la sociedad.

Queda por ver si esto es solo el principio. Media no se aventura a pronosticar, ya que «al tratarse de un Estado que, en el fondo, es antidemocrático, es complicado predecir la repercusión que esto tendrá en el futuro y si seguirá yendo a más». No obstante, ya aparecen las primeras señales que invitan a reflexionar sobre el significado real de la ley. El activista alerta que en algunas escuelas se están modificando las biografías de artistas homosexuales, quedando prohibido mencionar ese aspecto de sus vidas. Un ejemplo es Tchaikovsky, en agosto se anunció que en la película que se hará sobre él su orientación homosexual será omitida.