Los votos sepultan el sueño de Cristina

Agustín Bottinelli BUENOS AIRES / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

La posibilidad de un tercer mandato de la presidenta se diluye con el peor resultado del kirchnerismo en diez años y el triunfo en Buenos Aires del joven opositor Sergio Massa

13 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Ya nada será igual para Cristina Fernández de Kirchner después de la derrota electoral sufrida el domingo en las elecciones primarias legislativas por su partido el Frente para la Victoria (FpV), una escisión del peronismo que gobierna Argentina desde hace diez años.

Desde el oficialismo aseguran el FpV es el principal partido del país, como lo repitió la propia presidente en el acto de ayer de madrugada al presentarse junto a sus derrotados candidatos. Pero es solo una manera de leer los resultados electorales, porque si bien es cierto que el kirchnerismo obtuvo la mayoría en el recuento de votos a nivel nacional, alcanzando un 26,8 %, quedó muy lejos de los 54 % que le dieron la reelección a Cristina en el 2011.

El FpV perdió la mayoría y en especial sufrió una tremenda derrota en la provincia de Buenos Aires, que aglutina el 37,3 % del total de electores, a manos de la joven promesa Sergio Massa y su Frente Renovador, un partido armado en tan solo cuarenta días. Este peronista que estuvo ligado a los Kirchner derrotó por más de cinco puntos de diferencia al candidato de Cristina, Martín Insaurralde, convirtiéndose en el gran triunfador de estas primarias.

Este resultado es el que golpea más fuerte al Gobierno, que esperaba mantener la mayoría en ese distrito y retener el número de escaños que ahora tiene en el Congreso en las elecciones legislativas del 27 de octubre.

Según los números finales del recuento de votos que decidían los candidatos a diputados y senadores, el Gobierno perdió en 13 provincias y en la Ciudad de Buenos Aires, y solo logró imponerse en nueve distritos.

Derrota en Santa Cruz

Incluso Cristina perdió en Santa Cruz, la provincia natal de Néstor Kirchner y el lugar donde el matrimonio vivió y gobernó durante más de diez años. Por primera vez su partido quedó en tercer lugar, consiguiendo una inusual victoria la Unión Cívica Radical (UCR).

Alguien tenía que hacer un diagnóstico de cómo quedaban las cosas en el partido oficialista y el ánimo de la propia presidenta después de tamaño fracaso político, y el precandidato a diputado por el FpV y asesor de la viuda de Kirchner, el filósofo Ricardo Foster, se encargó de decir que los resultados de las primarias: «Sepultaron el sueño de Cristina eterna. Ahora sí quedó despejado definitivamente que no hay reforma de la Constitución, que no hay posibilidad de re-reelección».

Finalmente reconoció que «quizás haya que hacerse cargo de los errores cometidos, porque sin duda parte de la sociedad intenta dar cuenta de eso con su voto».

El filósofo dijo lo que la presidenta no se atrevió a hacer un balance en su discurso de madrugada, en el que ni siquiera fue capaz de felicitar a los ganadores, algo que fue el comentario generalizado en los medios.