Cavaco conduce a los tres grandes partidos lusos a un pacto de gobierno

EFE

INTERNACIONAL

Busca garantizar la estabilidad más allá de los comicios adelantados al 2014

12 jul 2013 . Actualizado a las 00:45 h.

Las consultas en busca de un Gobierno de salvación nacional en Portugal comenzaron hoy con una ronda de entrevistas entre el presidente portugués, Aníbal Cavaco Silva, y los líderes de los tres principales partidos del país.

El jefe del Estado recibió en el Palacio de Belém al primer ministro, el conservador Pedro Passos Coelho; a su socio de Gobierno, el democristiano Paulo Portas; y al secretario general del principal grupo de la oposición, el socialista António Jose Seguro.

Cavaco pidió el miércoles, en un mensaje al país, un «compromiso de salvación nacional» entre socialistas y conservadores a raíz de la crisis de Gobierno que vive el país desde hace diez días, cuando renunció al ministerio de Exteriores el líder democristiano, Paulo Portas, socio minoritario del Gobierno.

Los tres dirigentes de los partidos con los que habló hoy Cavaco controlan casi el noventa por ciento del Parlamento y el presidente quiere que alcancen un pacto de Gobierno para cumplir el programa de rescate financiero, que concluye en junio de 2014, y convocar, a partir de esa fecha, elecciones anticipadas.

Las entrevistas con Cavaco fueron confirmadas por la Presidencia de la República pero acabaron sin declaraciones, mientras los tres dirigentes reunían también a las directivas de sus partidos para analizar al propuesta, que causó gran sorpresa en Portugal.

La nueva ronda de contactos del jefe de Estado fue realizada de improviso, al contrario que las audiencias, con todos los partidos, empresarios y sindicatos, convocadas la semana pasada, tras la renuncia de Portas.

Entretanto, en la víspera del previsto debate parlamentario sobre el Estado de la Nación se produjo un altercado en la Asamblea Legislativa con un grupo de manifestantes que exigían la renuncia del Gobierno.

Cerca de un centenar de personas que estaban entre el público asistente interrumpió la sesión durante varios minutos con gritos de «dimisión» dirigidos a los representantes del Ejecutivo, a los que mostraron tarjetas amarillas y rojas en señal de desaprobación.

En medio de las turbulencias políticas, Portugal aguarda el lunes una nueva evaluación de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) al cumplimiento del programa del rescate concedido en mayo de 2011 que ha quedado en el aire y pendiente de confirmación, según un portavoz del FMI.

Mientras Cavaco abría sus nuevas consultas, la idea del acuerdo de salvación nacional fue recibida con sorpresa por medios, analistas y políticos de Portugal.

El consejero de Estado y exministro de Finanzas António Bagao Félix, una figura influyente y cercana al presidente, señaló que el planteamiento de Cavaco es «arriesgado» y «difícil de concretar», aunque «la mejor solución» para esta crisis.

Más reticente se mostró Pedro Santana Lopes, primer ministro entre 2004 y 2005 con el partido conservador del jefe de Estado, para quien la «insólita» propuesta presidencial «coloca a los partidos entre la espada y la pared».

Desde la izquierda, el histórico dirigente socialista Manuel Alegre argumentó que el pacto de conservadores y socialistas es «una triquiñuela política» y acusó al presidente de intentar «tutelar» la democracia portuguesa.

En los partidos, las primeras reacciones no fueron positivas y los conservadores se limitaron a mostrarse dispuestos a conversar, a la espera de conocer más detalles.

El Partido Socialista, que insistió en adelantar los comicios y reclamó extender el diálogo al resto de fuerzas parlamentarias, adelantó su rechazo «a apoyar o formar parte» de un Gobierno que no surja de nuevas elecciones.

Durante su discurso a la nación, el jefe de Estado consideró que su propuesta es «la mejor solución posible» a la actual crisis política, ya que fortalecería la posición de Portugal a la hora de negociar con la UE y el FMI.

El presidente luso no dio además su aceptación a la fórmula que le presentó Passos Coelho el viernes para recomponer la coalición con los democristianos y hacer a Portas viceprimer ministro.