«Merkel se ha convertido en el chivo expiatorio del sur de Europa»

Gabriel Fraga LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Opina que «la UE debe convertirse en una unión federal al estilo de Estados Unidos»

05 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Es el historiador de moda en Europa. El profesor Brendan Simms, experto en relaciones internacionales europeas, parece tener la respuesta para resolver la intrincada situación que asedia al continente. Su último libro, Europa: La lucha por la supremacía, desgrana la histórica lucha por el control de Europa y apunta a Alemania como pieza clave. Simms defiende una Unión Europea de corte federalista. Su preocupación actual es el aumento generalizado de la germanofobia.

-En su trabajo sobre el papel de Alemania en Europa dice que históricamente a los teutones se les acusa de hacer demasiado o no hacer lo suficiente. ¿En qué fase se encuentran ahora?

-En estos momentos no están haciendo lo suficiente. Europa necesita convertirse en una unión federal a imagen y semejanza de Estados Unidos y el único país capaz de liderar ese cambio es Alemania.

-Sin embargo, cada vez que hacen demasiado, el resto de Europa se echa a temblar.

-Cierto, les pasa un poco como a los americanos en la escena internacional. En Europa solo hay una cosa peor que los alemanes tomen las riendas, y es que no las tomen. Una UE democrática liderada por los alemanes no sería un problema siempre y cuando la representación de los estados sea igualitaria y la balanza no se incline hacia el más fuerte.

?Pero la política de austeridad promovida por Alemania parece estar empeorando la situación, y en el sur de Europa muchos les ven como una fuerza opresora.

-El problema es que, a pesar de estar formada por democracias, la UE no es una institución democrática. Las decisiones las toma una minoría y, pese a afectar a todos los miembros, muchas veces solo reflejan las preocupaciones o intereses de unos pocos. La UE tiene que buscar una estructura de representación más equitativa, de manera que el voto de un español valga lo mismo que el de un holandés.

-¿Y Angela Merkel? Para algunos se ha convertido en la personificación del mal.

-Creo que culpar a Merkel es injusto, se ha convertido en un chivo expiatorio. Estas agresiones son el producto de un sentimiento de marginalización, y este es un asunto que ella tendrá que abordar de algún modo porque, justas o injustas las críticas, el sentimiento de ira hacia su persona es un problema para el proyecto europeo.

-Hay quienes dicen que se está más lejos que nunca de alcanzar el acuerdo que lleve a una unión federalista.

-No creo que eso sea correcto. Es cierto que la UE ha fallado y el desencanto es mayoritario, pero en la periferia [se refiere a España, Portugal, Grecia, Italia e Irlanda] el antagonismo hacia las autoridades locales y nacionales es todavía mayor. No es la idea de Europa lo que ha creado este sentimiento de animadversión entre los ciudadanos, sino la realidad europea en la que nos movemos hoy en día.

-Pese a la necesidad de un sistema más transparente frente a la corrupción en el sur, muchos desconfían de las intenciones de los alemanes.

-Cuando hablo de un líder alemán me refiero a alguien que trabaje para conseguir una balance económico positivo y promueva valores como la honestidad y la transparencia. Esa persona sería el líder europeo y por lo tanto responsable del electorado de la eurozona. Hay países como Finlandia y Holanda que son todavía más germánicos, en cuanto a transparencia se refiere, que los propios alemanes. En mi opinión el problema no es Alemania, sino una carencia en el nivel de participación de los países de la periferia.

-El primer ministro David Cameron ha anunciado un referendo sobre la permanencia en la UE y el partido antieuropeo está ganando protagonismo. ¿Se salen los británicos finalmente de la UE?

-El Reino Unido no se puede entender sin su relación con Europa, pero una Unión Europea de tipo federal excluiría, por definición, a los británicos. El Reino Unido no es ni quiere ser parte del euro ni de un estado federal. Lo que necesitamos es una Europa británica, no un Reino Unido europeo.

-Entonces el Reino Unido pasará a formar parte de una Europa de segunda fila, junto con Suiza y los países nórdicos.

-No tiene porqué casarse con nadie. El sistema político y la moneda son relativamente estables y, pese a los problemas económicos, está en mejor forma que la mayoría de los vecinos europeos. Lo que le interesa al Reino Unido es facilitar la formación de una UE sólida y buscar un arreglo de tipo confederal asegurando los tratados de libre comercio y mercado único.