La Fiscalía investiga si Berlusconi pagó a un senador en el 2006 para tumbar al Gobierno Prodi

redacción / la voz

INTERNACIONAL

01 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Otro frente judicial se le acaba de abrir a Silvio Berlusconi en Nápoles. La Fiscalía lo investiga por corrupción y financiación ilegal de los partidos. El ex primer ministro es sospechoso de haber «comprado» hace varios años a un senador que pertenecía a la oposición de izquierda. Se trata de Sergio de Gregorio, quien habría recibido tres millones de euros por pasarse al partido Pueblo de la Libertad (PdL).

Este asunto se remonta a las elecciones legislativas del 2006, ganadas por escaso margen por la coalición de izquierda dirigida por Romano Prodi, que superó a Berlusconi en la Cámara alta por un puñado de votos.

Unos meses después, el senador Sergio de Gregorio, elegido en las papeletas de la coalición de Prodi, abandonó la formación y se pasó a la de Silvio Berlusconi, lo que provocó la caída del Gobierno de izquierdas dos años después, en el 2008.

Pese a que Il Cavaliere fue acusado en varias ocasiones por sus adversarios de haber comprado votos o cargos electos, esta es la primera vez que se le investiga por presuntamente corromper a un político.

Petición fiscal al Parlamento

La Fiscalía ha ordenado la confiscación de una caja fuerte de Silvio Berlusconi y ha pedido al Parlamento autorización para registrarla, dado su condición de aforado como diputado en la pasada legislatura. En los comicios del pasado fin de semana, fue elegido senador. El Ministerio Público también solicitó permiso para reclamar el listado de las llamadas telefónicas realizadas tanto por Berlusconi como por De Gregorio y ha enviado al primero una notificación para que preste declaración.

En defensa de Berlusconi, salió ayer el secretario del PdL y ex ministro de Justicia, Angelino Alfano, para criticar una nueva «agresión» de la magistratura a Il Cavaliere mientras «el país vive una delicada fase de transición institucional en la que el presidente Berlusconi será llamado a ejercer una grandísima influencia».

El ex primer ministro tiene varios juicios pendientes: el caso Ruby, en el que está acusado de incitación a la prostitución de menores y abuso de poder; Mediaset, por fraude fiscal; y el caso Unipol, relacionado con la publicación de escuchas telefónicas de procedencia ilícita.