Aceite, azúcar, carne y libras egipcias por un sí en el referendo

Laura Fernández-Palomo EL CAIRO / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Khaled Abdullah

Algunos electores relatan la compra de votos por los islamistas

16 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Aceite, azúcar, algo de carne y 50 libras egipcias (seis euros) tentaron lo suficiente a Ahmad y sus vecinos para que votaran sí en la primera ronda del referendo de la nueva Constitución de Egipto celebrada ayer. Entre gallinas picoteando basura esparcida, Ahmad confesó, anteponiendo la supervivencia a un ajeno concepto de democracia, que «si hay dinero de por medio» no tienen «ningún problema».

La oferta, explicaron, llegó de los islamistas que a las ocho de la mañana de ayer, coincidiendo con la apertura de los colegios electorales, llevaron a los residentes del deprimido barrio de Taba, en Ciudad Naser, al este de El Cairo, a votar en favor de la Carta Magna.

No todo el distrito cairota de Ciudad Naser está como Taba sin asfaltar, en otras zonas, los votantes como Mustafá Elsay, «musulmán liberal» de chaqueta de cuero, recriminó en perfecto inglés que «el actual Egipto no es una democracia». Mustafá no creyó al grupo de observadores que dentro del colegio electoral se presentaron como organización supervisora de derechos humanos. El Club de Jueces boicoteó los comicios. Solo 7.000 se ofrecieron para fiscalizar el proceso y, según el órgano judicial, detectaron falta de vigilancia en al menos 26 de los 6.375 centros de votación.

«Los que me hablaron tenían barba? eran de una organización? sí, la de los Hermanos Musulmanes -a la que pertenece el presidente Mohamed Mursi- que incluso me dijeron que votara que sí». Dijo no. «Nosotros solo venimos a alegrarnos de que haya gente participando; no hablamos con ella», declaraba un miembro de la Hermandad que merodeaba por una de las colas de electores en el barrio de Qalat Alcaps.

La joven Lamia Mahmoud paseaba por Ciudad Naser después de haber emitido un sufragio erróneo en otro distrito, que finalmente le permitieron corregir. «En la televisión oficial, Al Masri, explicaron que debíamos marcar el no de la derecha o el sí de la izquierda. Las papeletas tenían la ubicación contraria. «Me lie y me confundí», explica.

Tres veces

Un miembro de la mesa electoral le propuso tachar el voto y reescribir el correcto tres veces. «Menos mal que sabía leer», apunta en referencia a una población con más del 30 por ciento de analfabetismo.

La coalición opositora Frente de Salvación Nacional, que pidió el no contra lo que consideran que es la Constitución de los Hermanos Musulmanes, «no la de todos los egipcios», expresó «su profunda preocupación por el volumen de irregularidades».

La oposición manifiesta su

gran preocupación

por el volumen

de irregularidades