Sufrió dos ataques anteriores y en uno murió su marido
18 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.María Santos Gorrostieta Salazar temía por su vida y ya había sufrido dos atentados durante sus cuatro años como alcaldesa de Tiquicheo, municipio del estado de Michoacán, donde impera el terror de los carteles de la droga. La fiscalía de estado confirmó ayer el asesinato de la exedil, tras ser torturada.
La Procuraduría General de Justicia en Michoacán explicó que un familiar había denunciado la desaparición de María Santos el miércoles y que el cadáver fue hallado el viernes en un terreno del caserío San Juan Tararameo, del municipio cercano de Cuitzeo.
Gorrostieta Salazar, de 36 años, fue desde el 2008 y hasta comienzos de este año alcaldesa de Tiquicheo, de unos 15.000 habitantes y con fuerte presencia de varios carteles de la droga, entre ellos la Familia Michoacana, Los Caballeros Templarios y Sinaloa.
En el 2009 fue víctima de un ataque en el que resultó herida y en el que murió su esposo y también exalcalde de Tiquicheo, José Sánchez. El año pasado sufrió un segundo ataque, entonces hizo públicas fotos de su torso y espalda para mostrar las cicatrices de los balazos que había recibido. «Es testimonio vivo de que soy una mujer con fuerza y entereza, de que a pesar de mis heridas físicas y mentales, sigo de pie», dijo.
La autopsia determinó que murió a consecuencia de un traumatismo craneoencefálico severo. Según medios locales que recoge Efe, el cuerpo tenía heridas en las rodillas y dos golpes que parecen mortales en la nuca, además de marcas de que había sido maniatada. No se ha informado sobre los posibles autores, pero las sospechas apuntan al crimen organizado, que ha ocasionado en los últimos seis años unos 60.000 muertos en México, entre ellos numerosos cargos públicos.