Obama presiona a los republicanos para un acuerdo sobre el abismo fiscal

La Voz

INTERNACIONAL

17 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La Casa Blanca fue escenario ayer de una reunión que, en la forma, era muy parecida a otras que hubo con anterioridad durante el 2011 y con igual objetivo: un acuerdo para reducir el gasto. Pero la de ayer presentó algunas características que la hacen distinta y elevan el optimismo de los estadounidenses.

Los protagonistas eran los de antes, los líderes republicanos y demócratas del Congreso: John Boehner, Mitch McConnell, Harry Reid y Nancy Pelosi, y Obama. Este último es precisamente el que introduce uno de los cambios que pueden ser fundamentales: acaba de ser relegido y la mayoría le ha votado con un programa en el que defendía que se suban los impuestos a los más ricos.

«Tenemos un asunto urgente que atender», explicó Obama antes de la reunión. El asunto es llegar a un acuerdo que evite el llamado «abismo fiscal», que es como se conoce a una serie de medidas que entrarán en vigor automáticamente el 1 de enero si los políticos de Washington no alcanzan un acuerdo sobre la reducción del presupuesto. Esas drásticas medidas incluyen el fin de la reducción de impuestos para todos los estadounidenses y una serie de durísimos recortes, sobre todo sociales y militares.

El problema hasta ahora había sido que los republicanos querían grandes recortes sociales y la prolongación de las exenciones fiscales para todos y los demócratas, eliminar los recortes de impuestos para lo que ganan más de 250.000 dólares al año y reducir los recortes sociales.

A la salida de la reunión ayer parecía que esta vez podría haber acuerdo. El líder de los republicanos en la Cámara de Representantes, John Boehner, aseguró: «Creo que lo que nosotros hemos puesto sobre la mesa es compatible con lo que quiere el presidente». Añadió que «para mostrar que nos lo tomamos muy en serio estamos dispuestos a discutir sobre los impuestos si también lo hacemos sobre recortes importantes en los gastos». El líder demócrata del Senado, Harry Reid afirmó: «Tenemos una base sobre la que trabajar y está claro que todos tendremos que ceder en algunas cosas».