EE. UU. censura al congresista republicano que habló de «violación legítima»

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INTERNACIONAL

Todd Akin dijo que las mujeres «no suelen quedar embarazadas» cuando sufren agresiones «legítimas»

21 ago 2012 . Actualizado a las 00:01 h.

Desde el presidente demócrata, Barack Obama, hasta miembros de su propio partido, la condena a las declaraciones del congresista republicano Todd Akin, quien afirmó que las mujeres raramente quedan embarazadas de «violaciones legítimas», fueron hoy casi unánimes en un Estados Unidos plenamente sumido en campaña electoral.

«Una violación es una violación», zanjó Obama en rueda de prensa en la Casa Blanca, en la que calificó las declaraciones de Akin de «ofensivas».

«La idea de que deberíamos analizar sintácticamente y cualificar y diferenciar de qué tipo de violación estamos hablando no tiene sentido para los estadounidenses y, desde luego, no tiene sentido para mí», agregó el mandatario, quien este lunes compareció ante los periodistas en forma inesperada.

Algo sin embargo no del todo sorpresivo, en vista de que la metedura de pata del congresista de Missouri que aspira a un puesto en el Senado se ha convertido en la última arma política arrojadiza en una campaña cada vez más encarnizada.

De hecho, aunque ya se había distanciado la víspera, el aspirante republicano a la Casa Blanca, Mitt Romney, también tuvo que condenar hoy una vez más las palabras de su compañero de filas.

«Los comentarios de Akin sobre las violaciones son insultantes, inexcusables y, francamente, erróneos», declaró Romney este lunes a través de la publicación electrónica «National Review Online».

Akin, un congresista de Missouri y antiabortista declarado que aspira a arrebatarle el escaño en el Senado a la demócrata Claire McCaskill en las elecciones de noviembre, dijo la víspera a una emisora local que «es realmente poco común» que las mujeres queden embarazadas «si es una violación legítima (real)».

En un país en donde cada año se registran más de 32.000 embarazos resultantes de violaciones, según recordaban hoy varios medios, sus palabras causaron tanto revuelo que Romney y su compañero de fórmula, Paul Ryan, ya se vieron obligados la pasada noche a distanciarse de Akin.

«El gobernador Romney y el congresista Ryan no están de acuerdo con las declaraciones de Akin (...) un gobierno Romney-Ryan no se opondría al aborto en casos de violación», anunció su campaña en un comunicado.

A raíz de ello, Akin emitió la pasada noche un comunicado afirmando que había hablado «sin pensar» bien lo que decía y que sus palabras «no expresan la profunda empatía» que siente por las mujeres víctimas de violaciones y abusos en el país, si bien reiteró su postura en contra del aborto incluso en casos de violencia sexual.

Romney: «Son declaraciones ofensivas»

Pero en vista de que las críticas a sus palabras seguían aumentando, Romney volvió hoy a condenar, más fuertemente, la postura de su compañero de partido.

«Al igual que millones de estadounidenses, las consideramos ofensivas», zanjó Romney al «National Review».

Akin, por su parte, en declaraciones a un programa de radio del ex gobernador republicano Mike Huckabee, volvió a reconocer este lunes su «error», que calificó de «muy, muy grave».

Eso sí, aunque algunos senadores de su propio partido, como Scott Brown de Massachusetts o Ronald Johnson, de Wisconsin, reclamaron que se retire de la carrera electoral, Akin se negó a hacerlo. «No soy alguien que abandone», dijo a la emisora de Huckabee.

La senadora demócrata a quien Akin pretende derrotar, y que según los medios afronta una dura reelección, no dejó pasar la oportunidad y este lunes volvió a reprobar las declaraciones del republicano que ya censurara el domingo.

En declaraciones a la cadena MSNBC, McCaskill recordó hoy que Akin «no dijo que se equivocó» en sus declaraciones y «no se ha disculpado» por lo «erróneo» de sus palabras.

Obama por su parte tampoco desaprovechó la ocasión de atacar a los republicanos que tanto critican su reforma sanitaria.

Comentarios como los de Akin «subrayan la razón por la que no deberíamos dejar que un puñado de políticos, en su mayoría hombres, tomen decisiones sobre salud en nombre de las mujeres», señaló.

«Y aunque estos comentarios en particular hayan llevado a Romney y a otros republicanos a distanciarse (de Akin), creo que la idea subyacente de que deberíamos tomar decisiones en nombre de las mujeres en materia de salud o que hay que diferenciar entre violaciones con fuerza y sin fuerza constituyen temas más amplios ante los que hay una importante diferencia entre mi manera de abordarlos y los del otro partido», agregó.