La oposición denuncia la matanza de más de 200 personas en un pueblo suní de Hama
14 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.La masacre de más de 200 personas en la localidad siria suní de Tremseh, que podría ser una de las más sangrientas desde el inicio de la rebelión en el 2011, vuelve a cuestionar el efecto de la mediación internacional en ese conflicto y provocó el aumento de voces que piden una intervención extranjera.
Ubicada en la provincia de Hama, feudo opositor a Bachar al Asad (alauí), Tremseh, devastada con tanques y helicópteros, seguía ayer cercada por las tropas tras la matanza denunciada por la oposición, y que el Gobierno atribuye a «grupos terroristas», informa Efe.
Desde Hama, el activista Abu Gazi acusó a los shabiha (sicarios) de los asesinatos y precisó que el Ejército comenzó a asediar el jueves la zona, antes de bombardearla con intensidad. Luego, irrumpió en las calles y se enfrentó a rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS), dijo Gazi.
El Observatorio de Derechos Humanos sirio señaló que decenas de rebeldes perecieron, y que el impacto de los misiles mató a otros tantos civiles. Además, los Comités de Coordinación Local denunciaron la muerte de otros 56 sirios en protestas.
El Consejo Nacional Sirio (CNS) criticó «el silencio y la incapacidad» de los principales organismos y potencias y urgió al Consejo de Seguridad de la ONU a adoptar una resolución determinante que pueda incluir el uso de la fuerza militar.
Para Basma Kadhami (CNS), no es suficiente alegar que el Consejo no puede actuar debido al rechazo de Rusia. «Los países que tengan seriamente la intención de proteger al pueblo sirio deben reunirse y actuar, si es necesario incluso fuera del marco del Consejo de Seguridad», apuntó, según Dpa. «Occidente debe asumir su responsabilidad a la hora de enfrentar los crímenes de este régimen brutal», apuntó otro miembro del CNS, Naji Tayyara. «Hacemos responsables de semejante crimen al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, especialmente a Rusia y China», agregó.
También la Organización para la Cooperación Islámica instó a la ONU a intervenir en Siria «con todos los medios».
En tono igualmente duro se expresaron los Hermanos Musulmanes, que criticaron la actuación de Rusia e Irán, aliados de Damasco, y la labor del mediador Kofi Annan. «Aquellos [países] que pretenden ser los portadores de la civilización se quedan impasibles ante la sangre siria», dijeron, según AFP.
Annan acusó al Gobierno sirio de usar armamento pesado en las ciudades, pese a su compromiso de no hacerlo. El jefe de los observadores, Robert Mood, afirmó que están listos para supervisar el terreno si se garantiza un alto el fuego en la zona.