El socialista François Hollande promete cambiar Europa

Esperanza Suárez PARÍS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

ganador
Regis Duvignau

El nuevo presidente francés dice que su misión es el crecimiento y el empleo en la UE

07 may 2012 . Actualizado a las 16:54 h.

Los franceses convirtieron ayer a François Hollande en el séptimo presidente de la Quinta República y el segundo socialista de la historia. Según los resultados provisionales, le dieron su confianza un 51, 7 % de los electores, los que, dijo, «han elegido el cambio». Un giro a la izquierda que priva a Angela Merkel de su principal aliado al timón de las políticas de austeridad y abre expectativas de reorientación hacia estrategias de crecimiento en Europa.

Con las banderas francesa y europea al fondo, Hollande envió su primer mensaje desde la plaza de la catedral de Tulle, su circunscripción electoral. Allí se comprometió a «cumplir su misión», que es la de «dar una dimensión de crecimiento, de empleo y de prosperidad a Europa», que está seguro ha recibido su elección como «un alivio y una esperanza», porque «la austeridad no podía ser una fatalidad».

«Es lo que diré lo más pronto posible a nuestros socios europeos y en primer lugar a Alemania», dijo. Y eso, «en nombre de la amistad que nos une y de la responsabilidad común», agregó el nuevo presidente.

Hollande, que apareció junto a su compañera, Valérie Trierweiler, se comprometió a ser «el presidente de la unidad» porque no puede haber «dos Francias que se enfrentan».

«Dignos y franceses»

Las lágrimas corrían en la sala de la Mutualidad de París, cuando Nicolas Sarkozy asumió «toda la responsabilidad de esta derrota». En una intervención personal y emotiva, pidió a sus seguidores que abucheaban el nombre del nuevo presidente que fueran «dignos y franceses». «Es una elección democrática y hay que respetarla».

No aclaró cuál será su futuro político inmediato. «Podéis contar conmigo, pero mi lugar no puede ser el mismo después de 35 años en la vida pública». Ahora se dispone a ser «un francés entre los franceses». Antes había reunido al Gobierno y los responsables de su campaña para transmitirles sus primeras reflexiones y su intención de no ponerse al frente de la inminente campaña electoral legislativa.

Marine Le Pen negó inmediatamente «haber participado en la victoria de Hollande» a pesar de los dos millones de votos en blanco que en principio se atribuyen al Frente Nacional.

Habrá que esperar hasta el día 11 para que el Consejo Constitucional proclame oficialmente los resultados. La investidura del nuevo presidente se realizará tres o cuatro días después.

Su primer test de credibilidad llegará el día 16, fecha en la que el Tesoro Público tiene previsto recurrir a los mercados para obtener unos 10.000 millones de euros, moneda que ayer bajó en los mercados asiáticos tras conocerse los resultados de los partidos gubernamentales en las elecciones de Francia y Grecia.

La primera gran cita internacional de Hollande será el día 18 para participar en la cumbre del G-8 en Camp David, y dos días después en la de la OTAN en Chicago.

Las elecciones movilizaron a un millón de franceses más que la primera vuelta, con una participación del 81,5 %. La euforia ante la sede socialista de la calle Solferino estalló antes del cierre de los colegios, cuando los medios de información belgas y suizos empezaron a difundir las primeras estimaciones de voto. Una multitud tomó la plaza de la Bastilla. Allí, Hollande dijo que su victoria es el inicio de «un movimiento que se levanta en toda Europa».

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François Hollande

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Nicolas Sarkozy